18 de febrero de 2013

La gala de los Premios Goya 2013: "“Que nuestra máquina de sueños siga viva”

El ambiente estaba caldeado, el debate reabierto: ¿debe una ocasión como los Premios Goya convertirse en un acto reivindicativo? Había opiniones para todos los gustos: desde la Unión de actores, se animaba a los presentadores y ganadores a que aprovechasen su protagonismo para dar voz a las protestas, mientras que desde el ámbito político se pedía, a través de Soraya Sáenz de Santamaría, que en la ceremonia se hablase exclusivamente de cine. Otros adoptaban la posición de Fernando Trueba, quien defendía minutos antes de la gala la libertad de expresión y rechazaba las directrices provenientes tanto de un lado como de otro. Y a las puertas del Centro de Congresos Príncipe Felipe, un grupo de figurantes se manifestaba pidiendo una mayor visibilidad en su trabajo y unas mejores condiciones laborales.   

Finalmente, ocurrió lo previsto: entre el glamour, las sonrisas y los vestidos, la realidad se coló en la gala, y sentó como un jarro de agua fría. Los chistes de sobres y la crítica a la política social y cultural del Gobierno se convirtieron en los grandes protagonistas de una larga gala, que se excedió del horario previsto. Eva Hache, que repetía como presentadora, salió al ruedo con la confianza que da el encontrarse en terreno conocido y, como prometió, dejó lo políticamente correcto a un lado. La humorista inició la ceremonia con un afilado monólogo plagado de estocadas contra el ministro de Cultura, José Ignacio Wert, que intentaba mantener el tipo como podía ante los comentarios sobre los recortes, la subida del IVA y la amnistía fiscal, para poco después desaparecer de la vista de los espectadores por obra y gracia de la realización de Televisión Española.  

Pero fue a la hora de entregar los premios cuando las reivindicaciones brillaron en todo su esplendor. José Corbacho, presentador del premio de Mejor actriz revelación, robó momentáneamente el protagonismo a las nominadas gracias a sus ácidos comentarios, y Candela Peña, nombrada Mejor actriz de reparto, ofreció un discurso crudo y sin filtros, sin duda, el más impactante de la noche. Más moderadas, aunque también con una marcada intención social, fueron las palabras de Maribel Verdú, quien se acordó de los afectados por los desahucios tras recoger el Goya a la Mejor actriz protagonista. Por su parte, Javier Bardem continuó esparciendo el mensaje de su documental Hijos de las nubes, la última colonia, y defendió la libertad del pueblo saharaui al subir al escenario. Desde el patio de butacas, muchos artistas exhibían pegatinas en contra de los recortes.

Uno de los aciertos de la gala fue el momento cómico de los chicos de Muchachada Nui, que hicieron una parodia de todas estas reivindicaciones. Así, entre las risas del público, pidieron premios al “Mejor desnudo gratuito” o un mejor trato para “los actores con la cara pixelada”. En una gala definida por la política, el oxígeno de la comedia se hacía más necesario que nunca. Eva Hache repitió la jugada de la gala anterior y volvió a meterse dentro de las cuatro películas finalistas. En sus intervenciones, se agradecieron los momentos en los que el cine era el blanco de las bromas (no faltó el recurrente chiste a costa de la película Manolete), ya que en ocasiones su excesivo empeño en hacer comentarios punzantes con contenido político quitaba naturalidad a sus monólogos y les daba un aire algo forzado.       

Concha Velasco, tras recibir el Goya Honorífico de manos de su sobrina Manuela Velasco, nos demostró una vez más por qué es la gran dama del cine español. La actriz relató su decepción en los Premios Goya de 1997, cuando estuvo nominada y se fue con las manos vacías. Cargada de elegancia, humor y sobre todo, mucha ilusión, Velasco brilló con luz propia al recoger el premio, que muchas veces actúa como una especie de compensación para aquellos actores o cineastas que la Academia no supo reconocer en su momento.

Aunque la política acabó siendo una de las protagonistas esperadas de la noche, la gala también fue una carta de amor al arte y al cine español. Reivindicativos o no, todos los presentes tenían algo en común: su aferramiento al cine, todo un salvavidas en tiempos de crisis. “Este es un hermoso oficio, a pesar de todo”, recordaba José Sacristán al recoger su premio, mientras que Juan Antonio Bayona hacía hincapié en la necesidad de hacer tanto películas grandes como medianas y pequeñas. Y frente a la politización a la que es sometido el cine español, merece la pena quedarse con el discurso del presidente de la Academia, Enrique González Macho, que actuó como la voz de la concordia, dejando claro que “el cine no pertenece a ningún partido político”, sino que “nos pertenece a todos”. A pesar de los recortes, la subida del IVA, las protestas y la crisis, hubo un mensaje que quedó claro: la cultura es necesaria, el cine es necesario. Alain Bainée, responsable de la dirección artística de Blancanieves, supo transmitir el sentimiento que une a todo el sector del cine con una simple frase: “Que nuestra máquina de sueños siga viva”.  

Lista de ganadores
Mejor película
Blancanieves

Mejor dirección
Juan Antonio Bayona, Lo imposible

Mejor dirección novel
Enrique Gato, Las aventuras de Tadeo Jones

Mejor actor protagonista
José Sacristán, El muerto y ser feliz 

Mejor actriz protagonista
Maribel Verdú, Blancanieves

Mejor actor de reparto
Julián Villagrán, Grupo 7 

Mejor actriz de reparto
Candela Peña, Una pistola en cada mano

Mejor actor revelación
Joaquín Núñez, Grupo 7

Mejor actriz revelación
Macarena García, Blancanieves

Mejor guión original
Pablo Berger, Blancanieves

Mejor guión adaptado
Javier Barreira, Gorka Magallón, Ignacio del Moral, Jordi Gasull y Neil Landau, Las aventuras de Tadeo Jones

Mejor montaje
Lo imposible 

Mejor dirección de fotografía
Blancanieves

Mejor dirección de producción
Lo imposible

Mejor dirección artística
Blancanieves 

Mejor diseño de vestuario
Blancanieves

Mejor maquillaje y/o peluquería
Blancanieves

Mejor sonido
Lo imposible 

Mejor música original
Blancanieves

Mejor canción original
“No te puedo encontrar” (Blancanieves)

Mejores efectos especiales
Lo imposible

Mejor película iberoamericana
Juan de los muertos, Alejandro Brugués (Cuba)

Mejor película europea
Intocable, Eric Toledano y Olivier Nakache (Francia)

Mejor película de animación
Las aventuras de Tadeo Jones

Mejor película documental
Hijos de las nubes, la última colonia

Mejor cortometraje de ficción
Aquel no era yo

Mejor cortometraje de animación
El vendedor de humo

Mejor cortometraje documental
A story for the Modlins


Publicado en: www.puntoencuentrocomplutense.es