Arrugas nos cuenta la historia de Emilio, un anciano recién llegado a una residencia. Allí conocerá a los que son sus nuevos compañeros y entablará una sólida relación de amistad con uno de ellos, Miguel. Todo ello mientras va descubriendo poco a poco los primeros síntomas de la enfermedad que sufre, Alzheimer. Detrás de cada anciano de la residencia hay una historia diferente, que la película descubre de una forma excepcional. Las hay tristes, emotivas, entrañables... sean como sean, sus protagonistas tienen en común una cosa: son humanos. Es fácil reconocer en estos personajes de dos dimensiones rasgos, anécdotas y comportamientos que vemos habitualmente. De ahí viene la sensación de familiaridad que transmite el film.
Bajo su apariencia inocente, Arrugas es una película dura, difícil de digerir, aunque también nos da las dosis necesarias de optimismo y humor para asimilarla. Nos pone frente a ese lugar tan incómodo llamado realidad, para hacer que reflexionemos sobre nuestra propia relación con las personas mayores que nos rodean.
Las películas como esta son necesarias. Y actualmente mucho más, ya que estamos viendo día tras día cómo merma el presupuesto dedicado a los (pero no rentables) servicios sociales y a la investigación. En el Día mundial del Alzheimer, os invitamos desde aquí a disfrutar de Arrugas, una llamada de atención sobre esta enfermedad y una gran historia de amistad. No os arrepentiréis.
Y además...
Si queréis aprender más cosas sobre el Alzheimer, podéis consultar la página web de la Fundación Alzheimer España. También os dejamos un vídeo que forma parte de una campaña publicitaria para concienciar a los ciudadanos sobre la enfermedad. Tiene ya algunos años, pero sigue siendo tan efectivo como el primer día.