¿Una película francesa, muda y en blanco y negro, en boca de todos los cinéfilos? "The Artist", del director Michael Hazanavicius, ha logrado romper todas las barreras. La película, estrenada en el Festival de Cannes de 2011, no para de cosechar reconocimientos, nominaciones y galardones en la temporada pre-Oscar, y es una de las grandes favoritas en los premios de la Academia de Hollywood de este año. Con tres Globos de Oro bajo el brazo (incluyendo el de Mejor película: Comedia o musical), "The Artist" se prepara para la gran noche del 26 de febrero, en la que está nominada en diez categorías. Sólo "La invención de Hugo", de Martin Scorsese, se encuentra por encima, con once candidaturas.
"The Artist" nos cuenta la historia de George Valentin, un exitoso actor de cine mudo (interpretado por Jean Dujardin) que ve cómo su mundo se viene abajo con la aparición del cine sonoro. Mientras, Peppy Miller (Bérénice Bejo), una fan de Valentin aspirante a actriz, intenta hacerse un hueco en este nuevo universo. La idea del argumento no es nueva: la transición entre el cine mudo y el sonoro ya se había tratado en películas como "Cantando bajo la lluvia" y "El crepúsculo de los dioses". Este film nos sumerge en la parte más amarga de esta transición, y al igual que hizo Billy Wilder con el personaje de Norma Desmond, Hazanavicius (también guionista) se centra en un personaje melancólico, impotente y derrotado, pero que a la vez es orgulloso e incapaz de adaptarse a los cambios. George Valentin encarna a todas aquellas estrellas del cine mudo que de un día para otro se vieron excluidas del nuevo mercado laboral. Pero no todo es nostalgia, porque la película está llena de guiños cómicos y momentos entrañables. El perro Uggie se convierte en el "robaescenas" por excelencia de la película, y Bérénice Bejo da el contrapunto al personaje de Dujardin, proporcionando a "The Artist" luminosidad y sonrisas. Intérpretes secundarios como John Goodman, James Cromwell y Missi Pyle completan el cuadro.
A pesar de ser francesa, el film ha conseguido camuflarse y colarse entre las películas estadounidenses, consiguiendo así la misma atención en las entregas de premios que contrincantes como "Moneyball" o "Criadas y señoras", sin ser relegada a la categoría de "Mejor película de habla no inglesa", donde se encuentran largometrajes que no logran alcanzar el mismo prestigio que las nominadas a la categoría principal, cuidada con recelo. Es una película que a día de hoy se presenta como original, está rodada en Los Ángeles y huele a Hollywood. Su formato la convierte en una perfecta carta de amor hacia el séptimo arte, y esto puede convertirse en una ventaja en la carrera hacia el Oscar. Jean Dujardin, merecedor del galardón como Mejor actor principal por su gran actuación, lo tendrá difícil, ya que se tendrá que ver las caras con George Clooney, quien ha conquistado a la crítica con "Los descendientes". Por otra parte, Bérénice Bejo se ha quitado de en medio a una de las favoritas de la noche, Meryl Streep, ya que está nominada como Mejor actriz de reparto y no protagonista. Ahora Octavia Spencer se perfila como la rival a batir.
Lo mágico de "The Artist" es que acercará el cine mudo a muchos espectadores que hasta entonces no se sentían atraídos por nombres como Buster Keaton, F.W Murnau o Charles Chaplin. El film respeta las convenciones del género (el formato de pantalla se ha visto reducido, contamos con la presencia de intertítulos...), pero en ocasiones se utilizan pequeñas "trampas", es decir, se recurre al sonido en situaciones muy puntuales para jugar con la trama. Por esto, es necesario decir que no hay que ver la película como una obra más de los años 20, sino como como un film que utiliza una forma distinta para narrar una historia, y sobre todo, como un homenaje a las películas y estrellas de las películas anteriores al cine sonoro. Comparar "The Artist" con una película muda de principios de siglo y señalar así las carencias del film de Hazanavicius sería un error. El director ha llegado a afirmar que lo único malo del cine sonoro fue que mató por completo al cine mudo, pero que podíamos haber tenido ambos, y quizá esto es lo que haya conseguido esta película.
Quién sabe si ahora el film supondrá una resurrección de las películas de cine mudo, como pasó con "Moulin Rouge" y los musicales. De momento, tenemos pendiente el estreno de la "Blancanieves" de Pablo Berger, un largometraje español mudo y en blanco y negro que lleva años gestándose y que está protagonizada por Maribel Verdú. Aunque sea bastante improbable, ¿no sería irónico que ahora, con el auge -y a la vez, decadencia- de las películas en 3D, volviésemos a las raíces del cine?
30 de enero de 2012
16 de enero de 2012
Pan negro, azúcar rojo
Tras conocer los nominados a los Goya de este año, vamos a recordar a la gran ganadora de la gala pasada: "Pa negre", de Agustí Villaronga. Situada en la posguerra, concretamente en el año 1944, la película nos muestra la realidad de una zona rural a través de los ojos de un niño. Todo comienza cuando un hombre del pueblo y su hijo son asesinados. El niño protagonista, Andreu (Francesc Colomer) ve como su padre (Roger Casamajor) se convierte en el principal sospechoso del crimen, un crimen del que sólo tiene una pista: la palabra "pitorliua", que dijo uno de los fallecidos justo antes de morir.
Aunque muchos se quejen de la (supuesta) acumulación excesiva de películas de la Guerra Civil y la posguerra, esto no deja de ser un contexto para el desarrollo de nuevas historias. Aunque algunas de estas se centren en mostrar las peculiaridades y condiciones de vida en estos periodos, "Pa negre" pone el centro de su atención en el conflicto familiar y utiliza la descripción de la posguerra de una forma más discreta. El misterio que gira alrededor del asesinato y los secretos de la familia de Andreu son los culpables de que la trama se vaya desarrollando, mientras que nosotros vamos desvelando estas incógnitas al mismo tiempo que lo hace su protagonista.
La película se convirtió en la inesperada triunfadora de la noche, y se llevó 9 premios de los 14 a los que optaba, entre ellos los dos más ansiados: los de Mejor película (la primera vez que una película de habla catalana se lleva este premio) y Mejor dirección. El trabajo del estupendo reparto se llevó todos los galardones relacionados con la interpretación, excepto los de Mejor actor principal (categoría en la que "Pa Negre" no estaba nominada) y Mejor actor de reparto, que dejó a Sergi López como el único intérprete del film que se fue con las manos vacías.
Los niños Francesc Colomer y Marina Comas consiguieron los premios de Mejor actor y actriz revelación, convirtiéndose así en los últimos menores que ganan este premio. Recordamos que, según la nueva normativa de la Academia de Cine, habrá que tener 16 años cumplidos para optar al Goya. Laia Marull consiguió su tercer galardón, esta vez como Mejor actriz de reparto, e consiguió hacer pleno, ya que en las ocasiones anteriores consiguió el de Mejor actriz revelación, con "Fugitivas" en el año 2001, y el de Mejor actriz protagonista, por su estupenda actuación en la película "Te doy mis ojos". Por último, Nora Navas, que interpreta a la madre de Andreu, se alzaba con el galardón como Mejor actriz protagonista. También ganó los premios a la Mejor fotografía, Mejor guión adaptado y Mejor dirección artística.
Ahora, "Pa negre" está metida en la carrera hacia los Oscar, y el día 24 de enero, cuando conozcamos los nominados a estos premios, sabremos si ha podido superar al resto de aspirantes a conseguir el galardón como Mejor película de habla no inglesa. La obra de Villaronga logró esquivar a "La piel que habito", de Pedro Almodóvar, y "La voz dormida", de Benito Zambrano para alzarse como la representante española, pero va a ser complicado colarse entre las candidatas definitivas. Para dar su apoyo a la película, ha salido a la luz el vídeo "Good luck 'Black Bread'", en la que personajes de campos tan variados como Isabel Coixet, Mario Vargas Llosa, Gerard Piqué o Rafael Amargo aportan su granito de arena y desean buena suerte al largometraje. Os dejamos con el vídeo:
ACTUALIZACIÓN: El miércoles 18 de enero se ha dado a conocer que "Pa negre" no ha pasado la siguiente fase y no se queda entre las 9 películas preseleccionadas. ¡Otro año será!
Aunque muchos se quejen de la (supuesta) acumulación excesiva de películas de la Guerra Civil y la posguerra, esto no deja de ser un contexto para el desarrollo de nuevas historias. Aunque algunas de estas se centren en mostrar las peculiaridades y condiciones de vida en estos periodos, "Pa negre" pone el centro de su atención en el conflicto familiar y utiliza la descripción de la posguerra de una forma más discreta. El misterio que gira alrededor del asesinato y los secretos de la familia de Andreu son los culpables de que la trama se vaya desarrollando, mientras que nosotros vamos desvelando estas incógnitas al mismo tiempo que lo hace su protagonista.
La película se convirtió en la inesperada triunfadora de la noche, y se llevó 9 premios de los 14 a los que optaba, entre ellos los dos más ansiados: los de Mejor película (la primera vez que una película de habla catalana se lleva este premio) y Mejor dirección. El trabajo del estupendo reparto se llevó todos los galardones relacionados con la interpretación, excepto los de Mejor actor principal (categoría en la que "Pa Negre" no estaba nominada) y Mejor actor de reparto, que dejó a Sergi López como el único intérprete del film que se fue con las manos vacías.
Los niños Francesc Colomer y Marina Comas consiguieron los premios de Mejor actor y actriz revelación, convirtiéndose así en los últimos menores que ganan este premio. Recordamos que, según la nueva normativa de la Academia de Cine, habrá que tener 16 años cumplidos para optar al Goya. Laia Marull consiguió su tercer galardón, esta vez como Mejor actriz de reparto, e consiguió hacer pleno, ya que en las ocasiones anteriores consiguió el de Mejor actriz revelación, con "Fugitivas" en el año 2001, y el de Mejor actriz protagonista, por su estupenda actuación en la película "Te doy mis ojos". Por último, Nora Navas, que interpreta a la madre de Andreu, se alzaba con el galardón como Mejor actriz protagonista. También ganó los premios a la Mejor fotografía, Mejor guión adaptado y Mejor dirección artística.
Ahora, "Pa negre" está metida en la carrera hacia los Oscar, y el día 24 de enero, cuando conozcamos los nominados a estos premios, sabremos si ha podido superar al resto de aspirantes a conseguir el galardón como Mejor película de habla no inglesa. La obra de Villaronga logró esquivar a "La piel que habito", de Pedro Almodóvar, y "La voz dormida", de Benito Zambrano para alzarse como la representante española, pero va a ser complicado colarse entre las candidatas definitivas. Para dar su apoyo a la película, ha salido a la luz el vídeo "Good luck 'Black Bread'", en la que personajes de campos tan variados como Isabel Coixet, Mario Vargas Llosa, Gerard Piqué o Rafael Amargo aportan su granito de arena y desean buena suerte al largometraje. Os dejamos con el vídeo:
ACTUALIZACIÓN: El miércoles 18 de enero se ha dado a conocer que "Pa negre" no ha pasado la siguiente fase y no se queda entre las 9 películas preseleccionadas. ¡Otro año será!
10 de enero de 2012
Nominados a los Goya 2012
Inma Cuesta y Lluís Homar han sido los encargados de presentar esta mañana la lista de los nominados a los Goya de este año. "La piel que habito", de Pedro Almodóvar, se ha puesto a la cabeza, con 16 nominaciones. Le sigue "No habrá paz para los malvados", de Enrique Urbizu, con 14. A pesar de esto, cualquier cosa puede pasar, hemos podido ver en galas anteriores. Sin ir más lejos, el año pasado era "Pa negre" la que daba la gran sorpresa, mientras que la película que contaba con más nominaciones, "Balada triste de trompeta" de Álex de la Iglesia, se tuvo que conformar con dos en categorías llamadas "menores" (Mejores efectos especiales y Mejor maquillaje y peluquería).
La gran sorpresa la ha dado la película "Blackthorn". El film de Mateo Gil se ha colado en la candidatura de Mejor película y director, cuando estaba fuera de todas las quinielas. Además, cuenta con otras nueve nominaciones. "Blackthorn" se enfrentará en estas dos grandes categorías a las mencionadas "La piel que habito" y "No habrá paz para los malvados", además de a "La voz dormida", la adaptación a la gran pantalla de la novela de Dulce Chacón dirigida por Benito Zambrano. A pesar de la tibia acogida que tuvo, esta última película se ha posicionado como la quinta más nominada, con nueve candidaturas. Otro largometraje que ha salido muy bien parado ha sido "Eva", la ópera prima de Kike Maíllo. Tiene una docena de nominaciones y su director podría conseguir el premio a Mejor director novel.
Por otra parte, las grandes olvidadas han sido dos: "5 metros cuadrados", de Max Lemcke y "No tengas miedo", de Montxo Almendáriz. La primera, protagonizada por Malena Alterio y Fernando Tejero, ha acabado con las manos vacías, mientras que la segunda sólo ha conseguido una candidatura gracias a su protagonista, Michelle Jenner, que optará al Goya de Mejor actriz revelación. Otro largometraje que se ha quedado con sed de nominaciones ha sido la obra de Daniel Sánchez Arévalo, "Primos", aunque Raúl Arévalo y Adrián Lastra sí que están nominados como Mejor actor de reparto y Mejor actor revelación, respectivamente.
Dos de los grandes protagonistas de las nominaciones del 2011 han quedado relegados a un segundo plano. Hablamos de Álex de la Iglesia y de Icíar Bollaín. Sus películas, "La chispa de la vida" y "Katmandú, un espejo en el cielo", todavía no se han estrenado en nuestros cines (la primera se estrenará este viernes y la segunda en febrero), y ambas han recibido dos nominaciones. Las de "La chispa de la vida" han ido a parar a manos de sus dos protagonistas: José Mota (Mejor actor revelación) y Salma Hayek (Mejor actriz protagonista). También la actriz principal de "Katmandú, un espejo en el cielo", Verónica Echegui, ha recibido la nominación en esta categoría. Además, Bollaín podría ganar el galardón por Mejor guión adaptado.
Si entramos en el campo de los intérpretes, en la categoría de Mejor actriz protagonista Echegui y Hayek tendrán dos duras rivales: Elena Anaya ("La piel que habito") e Inma Cuesta ("La voz dormida"). En la categoría masculina, los finalistas son José Coronado ("No habrá paz para los malvados"), Antonio Banderas ("La piel que habito"), Daniel Brühl ("Eva") y Luis Tosar ("Mientras duermes").
Un caso anecdótico ha sido el de "Midnight in Paris", de Woody Allen. Al ser una producción con dinero español (Mediapro), la película tenía la posibilidad de estar entre los nominados. Pero claro, a quién vamos a engañar, todos sabemos que española, lo que es española, la película no es, así que una nominación a Mejor guión original (para cumplir) y punto.
El próximo 19 de febrero sabremos el nombre de los premiados, en una gala que se celebrará en el Palacio de Congresos de Madrid y que estará conducida por Eva Hache. Os dejamos la lista completa de nominados:
Mejor película
- La voz dormida de Benito Zambrano
- No habrá paz para los malvados de Enrique Urbizu
- La piel que habito de Pedro Almodóvar
- Blackthorn de Mateo Gil
Mejor dirección
- Benito Zambrano por La voz dormida
- Enrique Urbizu por No habrá paz para los malvados
- Pedro Almodóvar por La piel que habito
- Mateo Gil por Blackthorn
Mejor dirección novel
- Kike Maíllo por Eva
- Paula Ortiz por De tu ventana a la mía
- Paco Arango por Maktub
- Eduardo Chapero-Jackson por Verbo
Mejor actriz protagonista
- Elena Anaya por La Piel que habito
- Verónica Echegui por Katmandú, un espejo en el cielo
- Salma Hayek por La chispa de la vida
- Inma Cuesta por La voz dormida
Mejor actor protagonista
- José Coronado por No habrá paz para los malvados
- Luis Tosar por Mientras Duermes
- Daniel Brühl por Eva
- Antonio Banderas por La piel que habito
Mejor guión original
- Blackthorn
- No habrá paz para los malvados
- Eva
- Midnight in Paris
Mejor guión adaptado
- La piel que habito
- La voz dormida
- Katmandú, un espejo en el cielo
- Arrugas
Mejor actor de reparto
- Juan Diego por 23- F, la Película
- Raúl Arévalo por Primos
- Lluís Homar por Eva
- Juanjo Artero por No habrá paz para los malvados
Mejor actriz de reparto
- Maribel Verdú por De tu ventana a la mía
- Ana Wagener por La voz dormida
- Pilar López de Ayala por Intruders
- Goya Toledo por Maktub
Mejor actor revelación
- Adrián Lastra por Primos
- Jan Cornet por La Piel que habito
- Marc Clotet por La voz dormida
- José Mota por La chispa de la vida
Mejor actriz revelación
- María León por La voz dormida
- Blanca Suárez por La Piel que habito
- Michelle Jenner por No tengas miedo
- Alba García por Verbo
Mejor película europea
- Jane Eyre
- The Artist
- Un dios salvaje
- Melancolía
Mejor película iberoamericana
- Miss Bala
- Un cuento chino
- Boletos al paraíso
- Violeta se fue a los cielos
La gran sorpresa la ha dado la película "Blackthorn". El film de Mateo Gil se ha colado en la candidatura de Mejor película y director, cuando estaba fuera de todas las quinielas. Además, cuenta con otras nueve nominaciones. "Blackthorn" se enfrentará en estas dos grandes categorías a las mencionadas "La piel que habito" y "No habrá paz para los malvados", además de a "La voz dormida", la adaptación a la gran pantalla de la novela de Dulce Chacón dirigida por Benito Zambrano. A pesar de la tibia acogida que tuvo, esta última película se ha posicionado como la quinta más nominada, con nueve candidaturas. Otro largometraje que ha salido muy bien parado ha sido "Eva", la ópera prima de Kike Maíllo. Tiene una docena de nominaciones y su director podría conseguir el premio a Mejor director novel.
Por otra parte, las grandes olvidadas han sido dos: "5 metros cuadrados", de Max Lemcke y "No tengas miedo", de Montxo Almendáriz. La primera, protagonizada por Malena Alterio y Fernando Tejero, ha acabado con las manos vacías, mientras que la segunda sólo ha conseguido una candidatura gracias a su protagonista, Michelle Jenner, que optará al Goya de Mejor actriz revelación. Otro largometraje que se ha quedado con sed de nominaciones ha sido la obra de Daniel Sánchez Arévalo, "Primos", aunque Raúl Arévalo y Adrián Lastra sí que están nominados como Mejor actor de reparto y Mejor actor revelación, respectivamente.
Dos de los grandes protagonistas de las nominaciones del 2011 han quedado relegados a un segundo plano. Hablamos de Álex de la Iglesia y de Icíar Bollaín. Sus películas, "La chispa de la vida" y "Katmandú, un espejo en el cielo", todavía no se han estrenado en nuestros cines (la primera se estrenará este viernes y la segunda en febrero), y ambas han recibido dos nominaciones. Las de "La chispa de la vida" han ido a parar a manos de sus dos protagonistas: José Mota (Mejor actor revelación) y Salma Hayek (Mejor actriz protagonista). También la actriz principal de "Katmandú, un espejo en el cielo", Verónica Echegui, ha recibido la nominación en esta categoría. Además, Bollaín podría ganar el galardón por Mejor guión adaptado.
Si entramos en el campo de los intérpretes, en la categoría de Mejor actriz protagonista Echegui y Hayek tendrán dos duras rivales: Elena Anaya ("La piel que habito") e Inma Cuesta ("La voz dormida"). En la categoría masculina, los finalistas son José Coronado ("No habrá paz para los malvados"), Antonio Banderas ("La piel que habito"), Daniel Brühl ("Eva") y Luis Tosar ("Mientras duermes").
Un caso anecdótico ha sido el de "Midnight in Paris", de Woody Allen. Al ser una producción con dinero español (Mediapro), la película tenía la posibilidad de estar entre los nominados. Pero claro, a quién vamos a engañar, todos sabemos que española, lo que es española, la película no es, así que una nominación a Mejor guión original (para cumplir) y punto.
El próximo 19 de febrero sabremos el nombre de los premiados, en una gala que se celebrará en el Palacio de Congresos de Madrid y que estará conducida por Eva Hache. Os dejamos la lista completa de nominados:
Mejor película
- La voz dormida de Benito Zambrano
- No habrá paz para los malvados de Enrique Urbizu
- La piel que habito de Pedro Almodóvar
- Blackthorn de Mateo Gil
Mejor dirección
- Benito Zambrano por La voz dormida
- Enrique Urbizu por No habrá paz para los malvados
- Pedro Almodóvar por La piel que habito
- Mateo Gil por Blackthorn
Mejor dirección novel
- Kike Maíllo por Eva
- Paula Ortiz por De tu ventana a la mía
- Paco Arango por Maktub
- Eduardo Chapero-Jackson por Verbo
Mejor actriz protagonista
- Elena Anaya por La Piel que habito
- Verónica Echegui por Katmandú, un espejo en el cielo
- Salma Hayek por La chispa de la vida
- Inma Cuesta por La voz dormida
Mejor actor protagonista
- José Coronado por No habrá paz para los malvados
- Luis Tosar por Mientras Duermes
- Daniel Brühl por Eva
- Antonio Banderas por La piel que habito
Mejor guión original
- Blackthorn
- No habrá paz para los malvados
- Eva
- Midnight in Paris
Mejor guión adaptado
- La piel que habito
- La voz dormida
- Katmandú, un espejo en el cielo
- Arrugas
Mejor actor de reparto
- Juan Diego por 23- F, la Película
- Raúl Arévalo por Primos
- Lluís Homar por Eva
- Juanjo Artero por No habrá paz para los malvados
Mejor actriz de reparto
- Maribel Verdú por De tu ventana a la mía
- Ana Wagener por La voz dormida
- Pilar López de Ayala por Intruders
- Goya Toledo por Maktub
Mejor actor revelación
- Adrián Lastra por Primos
- Jan Cornet por La Piel que habito
- Marc Clotet por La voz dormida
- José Mota por La chispa de la vida
Mejor actriz revelación
- María León por La voz dormida
- Blanca Suárez por La Piel que habito
- Michelle Jenner por No tengas miedo
- Alba García por Verbo
Mejor película europea
- Jane Eyre
- The Artist
- Un dios salvaje
- Melancolía
Mejor película iberoamericana
- Miss Bala
- Un cuento chino
- Boletos al paraíso
- Violeta se fue a los cielos
6 de diciembre de 2011
'Beginners': This is what happiness looks like
La sencillez es una de las armas más potentes para hacer una película memorable. Es discreta, silenciosa y desnuda el film para que acabemos pensando que todo el proceso de construcción ha sido fácil. Esto es lo que pasa con "Beginners", de Mike Mills: tiene una apariencia que nos presenta la historia de una forma tan sencilla que nos oculta la gran complejidad que esconde detrás.
Oliver (Ewan McGregor) es un hombre de mediana edad que no ha encontrado el amor. Sin embargo, su padre (Christopher Plummer), viudo y enfermo de cáncer, le confiesa que es gay y que está saliendo con un chico mucho más joven que él. Las vivencias de Oliver con sus padres le servirán para dar sus primeros pasos en su relación con Anna (Mélanie Laurent), una chica a la que acaba de conocer en una fiesta. Esta historia está acompañada de tres elementos que marcan la personalidad del film y le dan un carácter peculiar: el primero es la banda sonora, que desde los primeros minutos en los que aparece describe a la perfección el carácter del largometraje. El siguiente es el conjunto de paréntesis que se forman en la narración, en los que vemos sucesiones de imágenes que apoyan la historia, acompañadas por la voz de McGregor. Y el tercero está formado por los dibujos y reflexiones escritas del protagonista, que es artista gráfico.
La crítica se ha derretido ante la actuación de Christopher Plummer, algo que es lógico, ya que el veterano actor borda su papel. Del que no se ha hablado tanto es del infravalorado Ewan McGregor. Su trabajo en el papel de protagonista no tiene nada que envidiar al de su padre en la ficción. Por alguna razón que desconozco, este actor no goza del mismo prestigio que tienen algunos compañeros de su generación, como Kate Winslet o Matt Damon. Tal vez le hace falta un gran papel en una película "seria", es decir, con enredos políticos, un drama histórico, o mejor, uno que hable de la monarquía inglesa. En definitiva, esas cosas que siempre dan un empujón y bastante prestigio a la carrera de un actor. Sus grandes taquillazos -la saga "Star Wars", "Moulin Rouge", "Big Fish"- parece ser que no le ayudaron lo suficiente. Cambiando de protagonista, en la película también aparece Mélanie Laurent, la actriz francesa a la que conocemos por "Malditos bastardos" y "El concierto". La intérprete parece estar hecha a medida de su papel, gracias a ese aire melancólico que derrama. Tampoco tenemos que olvidarnos de Mary Page Keller, quien da vida a la madre de Oliver.
La película ha tenido éxito en los certámenes de premios de cine independiente: en los Gotham Independent Films consiguió el de "Mejor película" (compartiéndolo con "El árbol de la vida") y también el de "Mejor reparto". En los Film Independent Spirit Awards, que se celebrarán este año un día antes que los Oscar, es una de las películas más nominadas, con cuatro candidaturas. En unos meses podremos ver si los Premios de la Academia dejan un hueco para "Beginners", por lo menos para Christopher Plummer, quien ya estuvo nominado por "La última estación". Y por cierto, para quien todavía no haya caído en quién es este actor... ¿os acordáis del padre de la familia Von Trapp en "Sonrisas y lágrimas"?
El tono de la película está marcado por un aire natural y sencillo, que no simple. Aunque se mueve básicamente en el drama, también tiene puntos de humor entrañable, como los que nos deja el perro de los protagonistas, que se "comunica" con Oliver de forma telepática (tranquilos, no aparece ningún perro parlante; sólo podemos ver sus pensamientos a través de los subtítulos). Así, "Beginners" oculta más de lo que muestra a simple vista, y nos deja reflexionar sobre una generación que lo ha tenido más fácil que la de sus padres para ser felices, pero que no encuentra su camino; personas que no se dan cuenta que el único obstáculo para conseguir lo que quieren son ellos mismos. Y también nos enseña las oportunidades que tenemos para elegir y cambiar nuestras vidas.
Oliver (Ewan McGregor) es un hombre de mediana edad que no ha encontrado el amor. Sin embargo, su padre (Christopher Plummer), viudo y enfermo de cáncer, le confiesa que es gay y que está saliendo con un chico mucho más joven que él. Las vivencias de Oliver con sus padres le servirán para dar sus primeros pasos en su relación con Anna (Mélanie Laurent), una chica a la que acaba de conocer en una fiesta. Esta historia está acompañada de tres elementos que marcan la personalidad del film y le dan un carácter peculiar: el primero es la banda sonora, que desde los primeros minutos en los que aparece describe a la perfección el carácter del largometraje. El siguiente es el conjunto de paréntesis que se forman en la narración, en los que vemos sucesiones de imágenes que apoyan la historia, acompañadas por la voz de McGregor. Y el tercero está formado por los dibujos y reflexiones escritas del protagonista, que es artista gráfico.
La crítica se ha derretido ante la actuación de Christopher Plummer, algo que es lógico, ya que el veterano actor borda su papel. Del que no se ha hablado tanto es del infravalorado Ewan McGregor. Su trabajo en el papel de protagonista no tiene nada que envidiar al de su padre en la ficción. Por alguna razón que desconozco, este actor no goza del mismo prestigio que tienen algunos compañeros de su generación, como Kate Winslet o Matt Damon. Tal vez le hace falta un gran papel en una película "seria", es decir, con enredos políticos, un drama histórico, o mejor, uno que hable de la monarquía inglesa. En definitiva, esas cosas que siempre dan un empujón y bastante prestigio a la carrera de un actor. Sus grandes taquillazos -la saga "Star Wars", "Moulin Rouge", "Big Fish"- parece ser que no le ayudaron lo suficiente. Cambiando de protagonista, en la película también aparece Mélanie Laurent, la actriz francesa a la que conocemos por "Malditos bastardos" y "El concierto". La intérprete parece estar hecha a medida de su papel, gracias a ese aire melancólico que derrama. Tampoco tenemos que olvidarnos de Mary Page Keller, quien da vida a la madre de Oliver.
La película ha tenido éxito en los certámenes de premios de cine independiente: en los Gotham Independent Films consiguió el de "Mejor película" (compartiéndolo con "El árbol de la vida") y también el de "Mejor reparto". En los Film Independent Spirit Awards, que se celebrarán este año un día antes que los Oscar, es una de las películas más nominadas, con cuatro candidaturas. En unos meses podremos ver si los Premios de la Academia dejan un hueco para "Beginners", por lo menos para Christopher Plummer, quien ya estuvo nominado por "La última estación". Y por cierto, para quien todavía no haya caído en quién es este actor... ¿os acordáis del padre de la familia Von Trapp en "Sonrisas y lágrimas"?
El tono de la película está marcado por un aire natural y sencillo, que no simple. Aunque se mueve básicamente en el drama, también tiene puntos de humor entrañable, como los que nos deja el perro de los protagonistas, que se "comunica" con Oliver de forma telepática (tranquilos, no aparece ningún perro parlante; sólo podemos ver sus pensamientos a través de los subtítulos). Así, "Beginners" oculta más de lo que muestra a simple vista, y nos deja reflexionar sobre una generación que lo ha tenido más fácil que la de sus padres para ser felices, pero que no encuentra su camino; personas que no se dan cuenta que el único obstáculo para conseguir lo que quieren son ellos mismos. Y también nos enseña las oportunidades que tenemos para elegir y cambiar nuestras vidas.
4 de diciembre de 2011
European Film Awards: los Oscar del cine europeo
Horas antes de que comenzaran los European Film Awards (Premios del Cine Europeo), empezaban las apuestas: ¿quién se llevaría el honor de ser la "Mejor película" de este año? "The artist", la película francesa muda y en blanco y negro que ha conquistado los Estados Unidos -y que por tanto, tenía mucho terreno ganado- sonaba con fuerza, dejando en un segundo puesto a “Melancolía”, del polémico Lars Von Trier, aunque finalmente fue esta obra la que se llevó el deseado galardón.
Estas dos películas, que partían como las grandes favoritas, vieron a lo largo de la noche cómo los premios se iban distribuyendo de forma ecuánime por los diferentes largometrajes, sin dejar que ninguno de ellos arrasara y se llevara todos los galardones (costumbre que, por cierto, han adquirido últimamente en los Premios Goya).
La noche empezó bien para el cine español: el primer premio que se otorgó fue el de “Mejor película de animación”, y se lo llevó “Chico & Rita”, de Javier Mariscal, Tono Errando y Fernando Trueba. Los tres subieron al escenario para recibir el galardón, donde Trueba realizó una dedicatoria al músico Bebo Valdés. “La piel que habito”, de Pedro Almodóvar, se quedó sin premio en las dos categorías en las que estaba nominado: “Mejor diseño de producción” y “Mejor compositor”. Jette Lehmann, por “Melancolía” y Ludovic Bource, por “The artist” fueron los que se los arrebataron.
Tampoco la película “También la lluvia” pudo conseguir el “Premio del público”. La obra de Icíar Bollaín competía con otras siete películas, entre las que se encontraban otras que, al igual que ella, tampoco tuvieron nominaciones en ninguna categoría, como “Pequeñas mentiras sin importancia” o “Bienvenidos al Sur”. Finalmente, el premio, presentado por la española Paz Vega, fue para “El discurso del rey”.
La película de Tom Hooper fue una de las grandes olvidadas en las quinielas, y no es de extrañar, ya que lleva participando en festivales cinematográficos desde septiembre del año pasado. Sin embargo, el biopic de Jorge VI se coló entre las favoritas y obtuvo otros dos premios más: el de “Mejor montaje” y el de “Mejor actor”. Así, el inglés Colin Firth se hacía con el mismo galardón que también recibió en los Oscar. El actor fue uno de los grandes ausentes de la velada, junto a Lars Von Trier, Kirsten Dunst, Charlotte Gainsbourg y Tilda Swinton. Esta última se llevó el premio de “Mejor actriz” por su trabajo en “We need to talk about Kevin”.
El resto de los premios se repartieron entre las películas nominadas, en una gala que, a pesar de no conceder un número elevado de galardones, rondó las tres horas. “El niño de la bicicleta” se llevó el premio al “Mejor guión”, el cual está firmado por Jean-Pierre Dardenne y Luc Dardenne, también directores del film. El de “Mejor documental” fue a parar a manos de la apuesta segura: “Pina”. La “Mejor fotografía” se la llevó “Melancolía” y Susanne Bier consiguió el premio a la “Mejor dirección”, por la película “En un mundo mejor”, que se llevó el Oscar de “Mejor película de habla no inglesa” en la pasada edición.
PALMARÉS COMPLETO
Mejor película: Melancolía
Mejor dirección: Susanne Bier por En un mundo mejor
Mejor actor: Colin Firth por El discurso del rey
Mejor actriz: Tilda Swinton por We need to talk about Kevin
Mejor guión: El niño de la bicicleta
Mejor fotografía: Melancolía
Mejor montaje: El discurso del rey
Mejor diseño de producción: Melancolía
Mejor banda sonora: The Artist
Mejor ópera prima: Oxygen
Mejor documental: Pina
Mejor película de animación: Chico & Rita
Mejor cortometraje: The Wholly Family
Premios honoríficos: Stephen Frears y Mads Mikkelsen
Premio del público (premio no oficial): El discurso del rey
NOMINADAS DE LAS QUE HEMOS HABLADO
- Melancolía
- La piel que habito
- El niño de la bicicleta
- Pequeñas mentiras sin importancia
Estas dos películas, que partían como las grandes favoritas, vieron a lo largo de la noche cómo los premios se iban distribuyendo de forma ecuánime por los diferentes largometrajes, sin dejar que ninguno de ellos arrasara y se llevara todos los galardones (costumbre que, por cierto, han adquirido últimamente en los Premios Goya).
La noche empezó bien para el cine español: el primer premio que se otorgó fue el de “Mejor película de animación”, y se lo llevó “Chico & Rita”, de Javier Mariscal, Tono Errando y Fernando Trueba. Los tres subieron al escenario para recibir el galardón, donde Trueba realizó una dedicatoria al músico Bebo Valdés. “La piel que habito”, de Pedro Almodóvar, se quedó sin premio en las dos categorías en las que estaba nominado: “Mejor diseño de producción” y “Mejor compositor”. Jette Lehmann, por “Melancolía” y Ludovic Bource, por “The artist” fueron los que se los arrebataron.
Tampoco la película “También la lluvia” pudo conseguir el “Premio del público”. La obra de Icíar Bollaín competía con otras siete películas, entre las que se encontraban otras que, al igual que ella, tampoco tuvieron nominaciones en ninguna categoría, como “Pequeñas mentiras sin importancia” o “Bienvenidos al Sur”. Finalmente, el premio, presentado por la española Paz Vega, fue para “El discurso del rey”.
La película de Tom Hooper fue una de las grandes olvidadas en las quinielas, y no es de extrañar, ya que lleva participando en festivales cinematográficos desde septiembre del año pasado. Sin embargo, el biopic de Jorge VI se coló entre las favoritas y obtuvo otros dos premios más: el de “Mejor montaje” y el de “Mejor actor”. Así, el inglés Colin Firth se hacía con el mismo galardón que también recibió en los Oscar. El actor fue uno de los grandes ausentes de la velada, junto a Lars Von Trier, Kirsten Dunst, Charlotte Gainsbourg y Tilda Swinton. Esta última se llevó el premio de “Mejor actriz” por su trabajo en “We need to talk about Kevin”.
El resto de los premios se repartieron entre las películas nominadas, en una gala que, a pesar de no conceder un número elevado de galardones, rondó las tres horas. “El niño de la bicicleta” se llevó el premio al “Mejor guión”, el cual está firmado por Jean-Pierre Dardenne y Luc Dardenne, también directores del film. El de “Mejor documental” fue a parar a manos de la apuesta segura: “Pina”. La “Mejor fotografía” se la llevó “Melancolía” y Susanne Bier consiguió el premio a la “Mejor dirección”, por la película “En un mundo mejor”, que se llevó el Oscar de “Mejor película de habla no inglesa” en la pasada edición.
PALMARÉS COMPLETO
Mejor película: Melancolía
Mejor dirección: Susanne Bier por En un mundo mejor
Mejor actor: Colin Firth por El discurso del rey
Mejor actriz: Tilda Swinton por We need to talk about Kevin
Mejor guión: El niño de la bicicleta
Mejor fotografía: Melancolía
Mejor montaje: El discurso del rey
Mejor diseño de producción: Melancolía
Mejor banda sonora: The Artist
Mejor ópera prima: Oxygen
Mejor documental: Pina
Mejor película de animación: Chico & Rita
Mejor cortometraje: The Wholly Family
Premios honoríficos: Stephen Frears y Mads Mikkelsen
Premio del público (premio no oficial): El discurso del rey
NOMINADAS DE LAS QUE HEMOS HABLADO
- Melancolía
- La piel que habito
- El niño de la bicicleta
- Pequeñas mentiras sin importancia
3 de diciembre de 2011
'Las chicas de la sexta planta': En París se habla con la Ñ
Es curioso ver cómo en la historia todo se repite. Y si ocurre en el arte, en la moda, y en la política -entre otros muchos campos- las migraciones no se iban a quedar atrás. Así, nos encontramos hoy en día en una situación que nos recuerda a la de nuestros abuelos, aunque claro está, con diferencias obvias. Sin embargo, la base es la misma: España ha vuelto a ser un país de emigrantes. El saldo migratorio es negativo, es decir, hay más gente que sale del país que gente que llega. Y en este contexto, nos encontramos con una película francesa que nos transporta a los años 60, a los autobuses, a las maletas, a las despedidas y a los recibimientos.
"Les femmes du 6ème étage" (título cuya traducción sería "Las mujeres del sexto piso") cuenta la historia de un matrimonio parisino que contrata a una sirvienta española, María, recién llegada a la capital francesa. Poco a poco, el marido se irá interesando por la vida de María y la del resto de inmigrantes españolas del inmueble, que viven todas juntas en el sexto piso, y en unas condiciones que dejan bastante que desear. La película está dirigida por Philippe Le Guay y ha recibido unas buenas críticas en Francia.
Si "Criadas y señoras" tocaba el tema del servicio doméstico pero de una forma que quedaba un poco superficial, ya que no ahondaba en las personalidades de las sirvientas, "Les femmes du 6ème etage" se convierte en una historia tierna, que se mete en nuestra piel con una mayor facilidad. El grupo de las criadas españolas, con su alegría, su naturalidad y sus conversaciones en castellano, nos acercan mucho más al corazón de la trama que las mujeres negras de Mississippi, que en "Criadas y señoras" quedaban algo distantes.
El matrimonio protagonista está formado por los franceses Fabrice Luchini (al que veremos en la próxima película de "Astérix y Obélix") y Sandrine Kiberlain. Y entre las criadas españolas encontramos a Natalia Verbeke en el papel de María, acompañada de Carmen Maura, Lola Dueñas, Concha Galán, Nuria Solé y Berta Ojea. Es decir, tenemos ante nosotros la oportunidad de disfrutar con algunas de las mejores actrices españolas del panorama actual, y en un ámbito diferente al que solemos encontrarlas. Los dos bandos que se crean (francés-español / señores-sirvientas) se muestran como mundos muy diferentes, pero al juntarse nos dejan momentos divertidos y entrañables. Además, con las distintas personalidades de las mujeres vamos viendo las caras de la inmigración, detalle del que no se da cuenta la burguesía francesa de la película.
Los personajes de Maura y Dueñas nos enseñan dos visiones muy diferentes de una misma realidad. Concepción (Maura) envía el dinero que gana a España, donde su marido está construyendo la casa de sus sueños, en la que tendrá todo lo que no puede obtener en un país en el que la gente le mira por encima del hombro. Por su parte, Carmen (Dueñas), no piensa en regresar: la guerra le quitó todo. Su escepticismo hace que se convierta en la "oveja negra" de sus amigas españolas.
Las mujeres del sexto piso son muy diferentes entre sí, pero si hay algo que tienen en común es que son solidarias, fuertes y agradecidas. Disfrutan cantando y charlando alrededor de una buena paella. Viven en una situación deprimente, pero les hace falta muy poco para ser felices. Son mujeres que nos hacen reflexionar, inevitablemente, sobre nosotros, para saber si hemos sido como los burgueses parisinos, si también nosotros estamos creando una realidad alternativa para todos aquellos que llegan a nuestro país buscando algo mejor. Y por supuesto, en la película vemos destellos de aquellos amigos, familiares o conocidos que o se marcharon o se han ido a buscar suerte en otro país, ya sea ahora o hace cincuenta años.
"Les femmes du 6ème étage" (título cuya traducción sería "Las mujeres del sexto piso") cuenta la historia de un matrimonio parisino que contrata a una sirvienta española, María, recién llegada a la capital francesa. Poco a poco, el marido se irá interesando por la vida de María y la del resto de inmigrantes españolas del inmueble, que viven todas juntas en el sexto piso, y en unas condiciones que dejan bastante que desear. La película está dirigida por Philippe Le Guay y ha recibido unas buenas críticas en Francia.
Si "Criadas y señoras" tocaba el tema del servicio doméstico pero de una forma que quedaba un poco superficial, ya que no ahondaba en las personalidades de las sirvientas, "Les femmes du 6ème etage" se convierte en una historia tierna, que se mete en nuestra piel con una mayor facilidad. El grupo de las criadas españolas, con su alegría, su naturalidad y sus conversaciones en castellano, nos acercan mucho más al corazón de la trama que las mujeres negras de Mississippi, que en "Criadas y señoras" quedaban algo distantes.
El matrimonio protagonista está formado por los franceses Fabrice Luchini (al que veremos en la próxima película de "Astérix y Obélix") y Sandrine Kiberlain. Y entre las criadas españolas encontramos a Natalia Verbeke en el papel de María, acompañada de Carmen Maura, Lola Dueñas, Concha Galán, Nuria Solé y Berta Ojea. Es decir, tenemos ante nosotros la oportunidad de disfrutar con algunas de las mejores actrices españolas del panorama actual, y en un ámbito diferente al que solemos encontrarlas. Los dos bandos que se crean (francés-español / señores-sirvientas) se muestran como mundos muy diferentes, pero al juntarse nos dejan momentos divertidos y entrañables. Además, con las distintas personalidades de las mujeres vamos viendo las caras de la inmigración, detalle del que no se da cuenta la burguesía francesa de la película.
Los personajes de Maura y Dueñas nos enseñan dos visiones muy diferentes de una misma realidad. Concepción (Maura) envía el dinero que gana a España, donde su marido está construyendo la casa de sus sueños, en la que tendrá todo lo que no puede obtener en un país en el que la gente le mira por encima del hombro. Por su parte, Carmen (Dueñas), no piensa en regresar: la guerra le quitó todo. Su escepticismo hace que se convierta en la "oveja negra" de sus amigas españolas.
Las mujeres del sexto piso son muy diferentes entre sí, pero si hay algo que tienen en común es que son solidarias, fuertes y agradecidas. Disfrutan cantando y charlando alrededor de una buena paella. Viven en una situación deprimente, pero les hace falta muy poco para ser felices. Son mujeres que nos hacen reflexionar, inevitablemente, sobre nosotros, para saber si hemos sido como los burgueses parisinos, si también nosotros estamos creando una realidad alternativa para todos aquellos que llegan a nuestro país buscando algo mejor. Y por supuesto, en la película vemos destellos de aquellos amigos, familiares o conocidos que o se marcharon o se han ido a buscar suerte en otro país, ya sea ahora o hace cincuenta años.
23 de noviembre de 2011
'Criadas y señoras': We're just telling stories
Skeeter es una veinetañera que acaba de finalizar sus estudios universitarios y sueña con ser escritora. Mientras tanto, lo único a lo que aspiran sus amigas es a tener niños y a cuidar su ajetreada vida social. Las diferencias entre ellas son muy grandes, pero hay algo que las une: todas han tenido la posibilidad de elegir (con mayor o menor acierto) qué querían hacer con sus vidas. Aibileen y Minny no han tenido tanta suerte. Debido al color de su piel, han sido relegadas a un invisible segundo plano. No tienen derechos, ni esperanzas de que su situación cambie. Nadie pregunta por ellas. Pero ahora alguien quiere que se oiga su voz.
"Criadas y señoras" es una película de Tate Taylor basada en la novela de Kathryn Stockett, que nos sitúa en el Mississippi de los años 60'. A la cabeza del film encontramos Emma Stone (Skeeter), Viola Davis (Aibileen) y Octavia Spencer (Minny). Skeeter quiere escribir un libro innovador, que esté contado desde el punto de vista de las mujeres del servicio, y es este libro el que sirve como pretexto para mostrarnos el racismo de la época. De esta forma vemos cómo son tratadas las criadas negras por sus respectivas jefas, interpretadas por Bryce Dallas Howard, Jessica Chastain y Ahna O'Reilly. La película hace una radiografía de una sociedad elitista, que no sólo se limita a rechazar a los que consideran inferiores por la raza, sino también a todos aquellos que no se adapten a sus patrones establecidos.
En la película vemos el extremo de la intolerancia y del racismo, personalizado en el personaje al que interpeta Bryce Dallas Howard: una mujer que llega a actos tan absurdos como marcar el papel higiénico para saber si su sirvienta utiliza el mismo cuarto de baño que ella. Pero también nos encontramos con todo lo contrario: mujeres solidarias que, a pesar del miedo, luchan para mejorar su situación y para que se les dé la visibilidad que la sociedad le niega. Todas las intérpretes realizan su trabajo de una forma excepcional, y el trío protagonista Stone-Davis-Spencer huele a nominación para los Oscar de este año.
Y no sólo las actrices son carne de nominación: toda la película en sí se perfila como una de las favoritas para estar en las quinielas. Si hay un adjetivo que se merece la Academia es el de "previsible", y "Criadas y señoras" cumple con todos los requisitos para imponerse como una de las favoritas, junto a otras como "My week with Marilyn" y "La dama de hierro". De hecho, no sería de extrañar que nos encontrásemos a Viola Davis compitiendo en la categoría de "Mejor actriz" con las protagonistas de estos dos films: Michelle Williams y Meryl Streep.
Por desgracia, esta ventaja también juega en su contra. "Criadas y señoras" es una buena jugada para llevarse alguno de estos premios, y Tate Taylor, el director y guionista, lo sabe. Puede ser que por esto se haya esforzado en afilar la parte dramática más de lo necesario. Taylor nos lleva por la historia de una manera que nos emociona, pero después se deja llevar por un ansia inexplicable por alargar el momento clímax del film. Por este motivo, los últimos 20 minutos de la película pierden una fuerza que se podría haber aprovechado más si el director no hubiese insistido en ahondar en el sentimentalismo. En este caso, menos habría sido más.
A pesar de esto, es una interesante y bonita historia de la lucha de unas mujeres que, inconscientemente, reivindican su dignidad. Aunque ellas piensen que sólo que están contado historias.
"Criadas y señoras" es una película de Tate Taylor basada en la novela de Kathryn Stockett, que nos sitúa en el Mississippi de los años 60'. A la cabeza del film encontramos Emma Stone (Skeeter), Viola Davis (Aibileen) y Octavia Spencer (Minny). Skeeter quiere escribir un libro innovador, que esté contado desde el punto de vista de las mujeres del servicio, y es este libro el que sirve como pretexto para mostrarnos el racismo de la época. De esta forma vemos cómo son tratadas las criadas negras por sus respectivas jefas, interpretadas por Bryce Dallas Howard, Jessica Chastain y Ahna O'Reilly. La película hace una radiografía de una sociedad elitista, que no sólo se limita a rechazar a los que consideran inferiores por la raza, sino también a todos aquellos que no se adapten a sus patrones establecidos.
En la película vemos el extremo de la intolerancia y del racismo, personalizado en el personaje al que interpeta Bryce Dallas Howard: una mujer que llega a actos tan absurdos como marcar el papel higiénico para saber si su sirvienta utiliza el mismo cuarto de baño que ella. Pero también nos encontramos con todo lo contrario: mujeres solidarias que, a pesar del miedo, luchan para mejorar su situación y para que se les dé la visibilidad que la sociedad le niega. Todas las intérpretes realizan su trabajo de una forma excepcional, y el trío protagonista Stone-Davis-Spencer huele a nominación para los Oscar de este año.
Y no sólo las actrices son carne de nominación: toda la película en sí se perfila como una de las favoritas para estar en las quinielas. Si hay un adjetivo que se merece la Academia es el de "previsible", y "Criadas y señoras" cumple con todos los requisitos para imponerse como una de las favoritas, junto a otras como "My week with Marilyn" y "La dama de hierro". De hecho, no sería de extrañar que nos encontrásemos a Viola Davis compitiendo en la categoría de "Mejor actriz" con las protagonistas de estos dos films: Michelle Williams y Meryl Streep.
Por desgracia, esta ventaja también juega en su contra. "Criadas y señoras" es una buena jugada para llevarse alguno de estos premios, y Tate Taylor, el director y guionista, lo sabe. Puede ser que por esto se haya esforzado en afilar la parte dramática más de lo necesario. Taylor nos lleva por la historia de una manera que nos emociona, pero después se deja llevar por un ansia inexplicable por alargar el momento clímax del film. Por este motivo, los últimos 20 minutos de la película pierden una fuerza que se podría haber aprovechado más si el director no hubiese insistido en ahondar en el sentimentalismo. En este caso, menos habría sido más.
A pesar de esto, es una interesante y bonita historia de la lucha de unas mujeres que, inconscientemente, reivindican su dignidad. Aunque ellas piensen que sólo que están contado historias.
21 de noviembre de 2011
'Si la cosa funciona': Lo siento, Woody, pero esto no funciona
Después de haber tonteado con el thriller en "El sueño de Casandra" y haber tonteado, en general, con "Vicky, Cristina, Barcelona", Woody Allen regresó en 2009 al género que le hizo famoso: la comedia. Y así, en su cita anual cinematográfica presentaba "Si la cosa funciona". Esta película no sólo supuso la vuelta al género, sino también el regreso a su amada Manhattan. Así, Allen volvía a rodar en la icónica isla, a la que había abandonado para hacer su particular gira europea, que comenzó con "Match point" y a la que volvería para rodar "Midnight in Paris" y su actual proyecto, "Nero Fiddled".
"Si la cosa funciona" partía de los mismos ingredientes que su película de 1979, "Manhattan": Nueva York + comedia + hombre maduro + chica joven. Sin embargo, se queda bastante lejos de su predecesora, y no sólo porque Diane Keaton no se ande por ahí rondando. Veamos: para empezar a hablar de la película, tenemos que explicar brevemente su argumento. Boris (Larry David) es un hombre mayor, amargado, misántropo y cínico. Parece que lo único que le llena es quejarse por todo lo que hay en el mundo, ilustrando a sus amigos sobre la verdad absoluta que, por supuesto, él posee, y que el resto de la humanidad (los gusanos, literalmente) no podrían alcanzar. Un día se encuentra casualmente con una ingenua chica de unos veinte años, Melody (Evan Rachel Wood), que ha abandonado su ciudad natal del Sur para ir a la gran ciudad y vivir una nueva vida. Y como ella no tiene dónde dormir, Boris le ofrece (a su pesar) su casa para que se hospede allí. ¿Podéis adivinar qué pasa entre los dos?
El personaje de Boris es ese que hemos visto hasta la infinidad en las películas del director, interpretado (en la mayoría de los casos) por él mismo. La diferencia es que esta vez Boris es mucho más maniático y más propenso a los discursos a los que estamos acostumbrados en estas películas. Es el Woody Allen extremo. Por esto, el director dijo que contrató a Larry David, porque, supuestamente, este tiene "algo" que hace que a la gente le caiga bien, a pesar de sus visibles defectos y falta de humanidad. Esa era la teoría de Allen, pero para mí es tan fallida como esa otra en la que decía que la gente, incluso en Roma, no sabía qué era el "Decamerón". El personaje de Boris agota, es increíble (no en el buen sentido de la palabra) y no hace que desarrollemos la más mínima empatía con él. Sí, en su boca se ponen frases ingeniosas y pensamientos interesantes (marca del director) pero sencillamente, cansan. Igual que agota en sus largas interpelaciones con los espectadores: sus comentarios al público se estiran y estiran, dando lecciones y contándonos cuál es la moraleja de la vida.
La inverosimilitud es un arma de doble filo, y este sería el ejemplo perfecto. Por una parte, a través de situaciones inverosímiles puedes crear momentos sorprendentes y divertidos. Pero por la otra, puede pasar como en "Si la cosa funciona": que se cree en el espectador un sólo pensamiento (el "no me lo puedo creer") que no le deje entrar en la historia ni disfrutarla al máximo. Y esto es lo que pasa cuando vemos a la pareja que hacen Boris y Melody. En una entrevista, Allen dijo que ya no protagonizaba sus películas (y que sólo lo haría en ocasiones puntuales y si encontraba un papel adecuado), porque ahora no es tan divertido. ¿Por qué? Porque no se puede "llevar a la chica". Y desde luego, viendo "Si la cosa funciona" más de uno pensará que el cineasta quiso darse "un homenaje" o algo semejante, teoría que se refuerza si tenemos en cuenta esta relación de alter-ego entre Boris-Allen.
Seguramente, Freud y sus discípulos podrían psicoanalizar a Allen a través de esta película y pasárselo en grande. O por lo menos, quizá podrían explicarnos por qué esta es la segunda película consecutiva en la que aparece, de la nada, un extraño trío amoroso (y digo "trío", no "triángulo"). Dejando a un lado los posibles sueños/ideas raras/perversas que Woody Allen haya podido plasmar en la película, podríamos decir que la palabra que acompaña a cada uno de sus componentes es "demasiado". El personaje de Boris es demasiado plasta; Melody es demasiado ingenua; los personajes de la madre de Melody (Patricia Clarkson) y el padre (Ed Begley Jr.) son demasiado maleables, y cambian completamente de personalidad con una facilidad pasmosa; todo lo que ocurre en la película (y especialmente el final) es demasiado forzado.
No, los elementos no cuadran en el film, al igual que no encaja que un ser humano que odie a la humanidad y que se crea superior al resto de los mortales dé en sus discursos frases profundas que hablen sobre "el amor que puedas dar y recibir" y la felicidad que "puedas proveer (...) si la cosa funciona". Y lo siento, pero no: esta película no funciona.
"Si la cosa funciona" partía de los mismos ingredientes que su película de 1979, "Manhattan": Nueva York + comedia + hombre maduro + chica joven. Sin embargo, se queda bastante lejos de su predecesora, y no sólo porque Diane Keaton no se ande por ahí rondando. Veamos: para empezar a hablar de la película, tenemos que explicar brevemente su argumento. Boris (Larry David) es un hombre mayor, amargado, misántropo y cínico. Parece que lo único que le llena es quejarse por todo lo que hay en el mundo, ilustrando a sus amigos sobre la verdad absoluta que, por supuesto, él posee, y que el resto de la humanidad (los gusanos, literalmente) no podrían alcanzar. Un día se encuentra casualmente con una ingenua chica de unos veinte años, Melody (Evan Rachel Wood), que ha abandonado su ciudad natal del Sur para ir a la gran ciudad y vivir una nueva vida. Y como ella no tiene dónde dormir, Boris le ofrece (a su pesar) su casa para que se hospede allí. ¿Podéis adivinar qué pasa entre los dos?
El personaje de Boris es ese que hemos visto hasta la infinidad en las películas del director, interpretado (en la mayoría de los casos) por él mismo. La diferencia es que esta vez Boris es mucho más maniático y más propenso a los discursos a los que estamos acostumbrados en estas películas. Es el Woody Allen extremo. Por esto, el director dijo que contrató a Larry David, porque, supuestamente, este tiene "algo" que hace que a la gente le caiga bien, a pesar de sus visibles defectos y falta de humanidad. Esa era la teoría de Allen, pero para mí es tan fallida como esa otra en la que decía que la gente, incluso en Roma, no sabía qué era el "Decamerón". El personaje de Boris agota, es increíble (no en el buen sentido de la palabra) y no hace que desarrollemos la más mínima empatía con él. Sí, en su boca se ponen frases ingeniosas y pensamientos interesantes (marca del director) pero sencillamente, cansan. Igual que agota en sus largas interpelaciones con los espectadores: sus comentarios al público se estiran y estiran, dando lecciones y contándonos cuál es la moraleja de la vida.
La inverosimilitud es un arma de doble filo, y este sería el ejemplo perfecto. Por una parte, a través de situaciones inverosímiles puedes crear momentos sorprendentes y divertidos. Pero por la otra, puede pasar como en "Si la cosa funciona": que se cree en el espectador un sólo pensamiento (el "no me lo puedo creer") que no le deje entrar en la historia ni disfrutarla al máximo. Y esto es lo que pasa cuando vemos a la pareja que hacen Boris y Melody. En una entrevista, Allen dijo que ya no protagonizaba sus películas (y que sólo lo haría en ocasiones puntuales y si encontraba un papel adecuado), porque ahora no es tan divertido. ¿Por qué? Porque no se puede "llevar a la chica". Y desde luego, viendo "Si la cosa funciona" más de uno pensará que el cineasta quiso darse "un homenaje" o algo semejante, teoría que se refuerza si tenemos en cuenta esta relación de alter-ego entre Boris-Allen.
Seguramente, Freud y sus discípulos podrían psicoanalizar a Allen a través de esta película y pasárselo en grande. O por lo menos, quizá podrían explicarnos por qué esta es la segunda película consecutiva en la que aparece, de la nada, un extraño trío amoroso (y digo "trío", no "triángulo"). Dejando a un lado los posibles sueños/ideas raras/perversas que Woody Allen haya podido plasmar en la película, podríamos decir que la palabra que acompaña a cada uno de sus componentes es "demasiado". El personaje de Boris es demasiado plasta; Melody es demasiado ingenua; los personajes de la madre de Melody (Patricia Clarkson) y el padre (Ed Begley Jr.) son demasiado maleables, y cambian completamente de personalidad con una facilidad pasmosa; todo lo que ocurre en la película (y especialmente el final) es demasiado forzado.
No, los elementos no cuadran en el film, al igual que no encaja que un ser humano que odie a la humanidad y que se crea superior al resto de los mortales dé en sus discursos frases profundas que hablen sobre "el amor que puedas dar y recibir" y la felicidad que "puedas proveer (...) si la cosa funciona". Y lo siento, pero no: esta película no funciona.
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