En 1950 se estrenó “El crepúsculo de los dioses”, una joya del cine negro dirigida por Billy Wilder. El título original de esta película es “Sunset Boulevard”, y es que la acción se desarrolla en este lugar de Hollywood. La narración de la película es bastante novedosa, ya que al comienzo se nos presenta al protagonista muerto, flotando en una piscina, mientras suena una voz en off. Esa voz resulta ser la del hombre fallecido, quien nos cuenta su historia mediante un flashback, que se desarrolla durante el resto de la película.
La historia comienza cuando un guionista, Joe Gillis, acaba por casualidad en la mansión de la famosa estrella de cine Norma Desmond cuando huye de unos tipos a los que debe dinero. Joe está sin blanca, así que cuando Gloria le ofrece un trabajo como corrector de un guión que ella misma ha escrito, este lo acepta. Desde ese momento, Joe queda atraído inevitablemente a la mansión y a Norma.
Cuando se estrenó la película, muchos se sorprendieron y pensaron que Wilder había cavado su propia tumba, ya que no es fácil hacer una película crítica sobre Hollywood y salir bien parado. La situación que se presenta en “El crepúsculo de los dioses” es algo que hoy en día también podemos encontrar. Norma Desmond es una actriz madura de cine mudo, que ha visto como con la entrada del sonido todo ha cambiado en la industria cinematográfica. Tras sus años de esplendor, nadie la quiere para participar en sus películas. Incluso hay quienes piensan que está muerta. ¡Cuántas actrices encontramos en el panorama actual a las que no se les ofrecen papeles interesantes cuando rondan los 40!
Sin embargo, Desmond está encantada consigo misma. Es un personaje tremendamente narcisista; su casa está llena de retratos de su juventud y espejos. Su última idea ha sido escribir un guión para una película de la que está segura que será la protagonista. Esta última parte no será nada extravagante, si no fuese porque el papel que quiere interpretar es el de la princesa Salomé.
La actriz Gloria Swanson es la que interpreta a la vanidosa Norma Desmond. Ella, al igual que su personaje, fue una estrella del cine mudo, y por aquel entonces el público también “la había olvidado”. Las fotos que aparecen por la mansión son de la propia Swanson, y la película que se proyecta en una secuencia también es una obra real en la que apareció. Por otra parte, quien da vida al guionista Joe Gillis es William Holden. El papel iba a ser en principio para Montgomery Clift, pero este lo rechazó tres días antes de iniciar el rodaje, ya que no quería que se estableciesen paralelismos entre su rol en la película y su vida real (Clift estaba saliendo con una mujer mayor adinerada). La relación profesional entre el director y Holden llegó a ser buena, ya que el actor volvió a colaborar con Wilder en películas como "Sabrina" o "Fedora".
Los otros dos papeles destacados del largometraje son el de Betty Schaefer, una correctora de guiones y sobre todo el de Max, el fiel criado de Norma Desmond. Están interpretados, respectivamente, por Nancy Olson y Erich von Stroheim. Estos cuatro actores fueron nominados para el Oscar por sus interpretaciones. La película fue candidata para once premios en total, incluyendo “Mejor dirección” y “Mejor película”. Finalmente, “Eva al desnudo” (de Joseph L. Mankiewicz) se llevó el gato al agua en estas dos últimas categorías. “El crepúsculo de los dioses” se llevó tres Oscar, al “Mejor guión original”, “Mejor dirección artística en blanco y negro” y “Mejor banda sonora original”.
Nos encontramos ante una de las mejores películas de Wilder; un film inquietante y lleno de detalles, que no deja a nadie indiferente.