18 de febrero de 2013

La gala de los Premios Goya 2013: "“Que nuestra máquina de sueños siga viva”

El ambiente estaba caldeado, el debate reabierto: ¿debe una ocasión como los Premios Goya convertirse en un acto reivindicativo? Había opiniones para todos los gustos: desde la Unión de actores, se animaba a los presentadores y ganadores a que aprovechasen su protagonismo para dar voz a las protestas, mientras que desde el ámbito político se pedía, a través de Soraya Sáenz de Santamaría, que en la ceremonia se hablase exclusivamente de cine. Otros adoptaban la posición de Fernando Trueba, quien defendía minutos antes de la gala la libertad de expresión y rechazaba las directrices provenientes tanto de un lado como de otro. Y a las puertas del Centro de Congresos Príncipe Felipe, un grupo de figurantes se manifestaba pidiendo una mayor visibilidad en su trabajo y unas mejores condiciones laborales.   

Finalmente, ocurrió lo previsto: entre el glamour, las sonrisas y los vestidos, la realidad se coló en la gala, y sentó como un jarro de agua fría. Los chistes de sobres y la crítica a la política social y cultural del Gobierno se convirtieron en los grandes protagonistas de una larga gala, que se excedió del horario previsto. Eva Hache, que repetía como presentadora, salió al ruedo con la confianza que da el encontrarse en terreno conocido y, como prometió, dejó lo políticamente correcto a un lado. La humorista inició la ceremonia con un afilado monólogo plagado de estocadas contra el ministro de Cultura, José Ignacio Wert, que intentaba mantener el tipo como podía ante los comentarios sobre los recortes, la subida del IVA y la amnistía fiscal, para poco después desaparecer de la vista de los espectadores por obra y gracia de la realización de Televisión Española.  

Pero fue a la hora de entregar los premios cuando las reivindicaciones brillaron en todo su esplendor. José Corbacho, presentador del premio de Mejor actriz revelación, robó momentáneamente el protagonismo a las nominadas gracias a sus ácidos comentarios, y Candela Peña, nombrada Mejor actriz de reparto, ofreció un discurso crudo y sin filtros, sin duda, el más impactante de la noche. Más moderadas, aunque también con una marcada intención social, fueron las palabras de Maribel Verdú, quien se acordó de los afectados por los desahucios tras recoger el Goya a la Mejor actriz protagonista. Por su parte, Javier Bardem continuó esparciendo el mensaje de su documental Hijos de las nubes, la última colonia, y defendió la libertad del pueblo saharaui al subir al escenario. Desde el patio de butacas, muchos artistas exhibían pegatinas en contra de los recortes.

Uno de los aciertos de la gala fue el momento cómico de los chicos de Muchachada Nui, que hicieron una parodia de todas estas reivindicaciones. Así, entre las risas del público, pidieron premios al “Mejor desnudo gratuito” o un mejor trato para “los actores con la cara pixelada”. En una gala definida por la política, el oxígeno de la comedia se hacía más necesario que nunca. Eva Hache repitió la jugada de la gala anterior y volvió a meterse dentro de las cuatro películas finalistas. En sus intervenciones, se agradecieron los momentos en los que el cine era el blanco de las bromas (no faltó el recurrente chiste a costa de la película Manolete), ya que en ocasiones su excesivo empeño en hacer comentarios punzantes con contenido político quitaba naturalidad a sus monólogos y les daba un aire algo forzado.       

Concha Velasco, tras recibir el Goya Honorífico de manos de su sobrina Manuela Velasco, nos demostró una vez más por qué es la gran dama del cine español. La actriz relató su decepción en los Premios Goya de 1997, cuando estuvo nominada y se fue con las manos vacías. Cargada de elegancia, humor y sobre todo, mucha ilusión, Velasco brilló con luz propia al recoger el premio, que muchas veces actúa como una especie de compensación para aquellos actores o cineastas que la Academia no supo reconocer en su momento.

Aunque la política acabó siendo una de las protagonistas esperadas de la noche, la gala también fue una carta de amor al arte y al cine español. Reivindicativos o no, todos los presentes tenían algo en común: su aferramiento al cine, todo un salvavidas en tiempos de crisis. “Este es un hermoso oficio, a pesar de todo”, recordaba José Sacristán al recoger su premio, mientras que Juan Antonio Bayona hacía hincapié en la necesidad de hacer tanto películas grandes como medianas y pequeñas. Y frente a la politización a la que es sometido el cine español, merece la pena quedarse con el discurso del presidente de la Academia, Enrique González Macho, que actuó como la voz de la concordia, dejando claro que “el cine no pertenece a ningún partido político”, sino que “nos pertenece a todos”. A pesar de los recortes, la subida del IVA, las protestas y la crisis, hubo un mensaje que quedó claro: la cultura es necesaria, el cine es necesario. Alain Bainée, responsable de la dirección artística de Blancanieves, supo transmitir el sentimiento que une a todo el sector del cine con una simple frase: “Que nuestra máquina de sueños siga viva”.  

Lista de ganadores
Mejor película
Blancanieves

Mejor dirección
Juan Antonio Bayona, Lo imposible

Mejor dirección novel
Enrique Gato, Las aventuras de Tadeo Jones

Mejor actor protagonista
José Sacristán, El muerto y ser feliz 

Mejor actriz protagonista
Maribel Verdú, Blancanieves

Mejor actor de reparto
Julián Villagrán, Grupo 7 

Mejor actriz de reparto
Candela Peña, Una pistola en cada mano

Mejor actor revelación
Joaquín Núñez, Grupo 7

Mejor actriz revelación
Macarena García, Blancanieves

Mejor guión original
Pablo Berger, Blancanieves

Mejor guión adaptado
Javier Barreira, Gorka Magallón, Ignacio del Moral, Jordi Gasull y Neil Landau, Las aventuras de Tadeo Jones

Mejor montaje
Lo imposible 

Mejor dirección de fotografía
Blancanieves

Mejor dirección de producción
Lo imposible

Mejor dirección artística
Blancanieves 

Mejor diseño de vestuario
Blancanieves

Mejor maquillaje y/o peluquería
Blancanieves

Mejor sonido
Lo imposible 

Mejor música original
Blancanieves

Mejor canción original
“No te puedo encontrar” (Blancanieves)

Mejores efectos especiales
Lo imposible

Mejor película iberoamericana
Juan de los muertos, Alejandro Brugués (Cuba)

Mejor película europea
Intocable, Eric Toledano y Olivier Nakache (Francia)

Mejor película de animación
Las aventuras de Tadeo Jones

Mejor película documental
Hijos de las nubes, la última colonia

Mejor cortometraje de ficción
Aquel no era yo

Mejor cortometraje de animación
El vendedor de humo

Mejor cortometraje documental
A story for the Modlins


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14 de febrero de 2013

La comedia, el género olvidado

Nos acercamos a la fecha marcada en el calendario de cualquier cinéfilo: el 24 de febrero, día en el que se celebrará la 85º edición de los Premios Oscar. Y como cada año, surge una pregunta: ¿dónde están las comedias? En las entregas de premios no suele haber sitio para este tipo de películas, y eso que se dice que es más difícil hacer reír que hacer llorar. ¿Realmente el nivel de las comedias de hoy en día no llega al de los dramas o es una cuestión de prejuicios?

Es curioso que se vea a la comedia como un “género menor”, cuando el cine de Hollywood está asentado sobre nombres imprescindibles en este campo. Sólo hay que recordar a los grandes maestros del humor del cine mudo, entre los que destacaron Charles Chaplin, Buster Keaton o Harold Lloyd. Más tarde, la historia de la comedia se seguiría escribiendo con letra de oro, gracias a nombres como Ernst Lubitsch, los Hermanos Marx, George Cukor o Billy Wilder. Todos ellos demuestran que, a pesar de las apariencias, este no es un género que deba tomarse a la ligera. Chaplin conocía a la perfección los mecanismos para hacer reír al público, y defendía que la comedia debe ser próxima a la realidad, estar pegada a ella. Quizá esta cercanía a la vida es lo que hace que la infravaloremos; solemos pedir “algo más” a una película para hacerla digna de un premio cinematográfico. 

Este año, entre las nueve nominadas al Oscar de Mejor película sólo encontramos una comedia: El lado bueno de las cosas. A pesar de esto, el film ha conseguido colarse en todas las categorías principales: David O. Russell podría conseguir el galardón al Mejor director y al Mejor guión adaptado, mientras que sus protagonistas se encuentran presentes en todos los apartados interpretativos. Y aunque aparecer en las nominaciones ya es un gran paso, la cosa se complica aún más si hablamos de llevarse la estatuilla dorada: en los últimos 20 años sólo ha habido dos comedias que lo han conseguido: Shakespeare in love, en 1998, y la francesa The artist, en la pasada edición.

Para evitar esta marginación del género, el productor, director y guionista Judd Apatow propuso hace unos años que se creara una categoría especial en los Oscar para las comedias. Es decir, que sucediese algo semejante a lo que ocurre con los Globos de Oro, donde hay un premio de Mejor película dramática y otro de Mejor película de comedia o musical. Aunque a priori esto diera más visibilidad al género, también tenemos que recordar que, de todas formas, tras las entregas de los Globos de Oro es la ganadora a Mejor película dramática la que suele llevarse la mayor parte de los titulares.

La industria del cine estadounidense y sus correspondientes premios no es un caso aislado, sino que esta situación se repite constantemente. España no se escapa del patrón, a pesar de la gran tradición cómica de nuestro país. Tenemos que remontarnos al año 1998 para encontrar una comedia que se haya llevado el Goya a la Mejor Película (La niña de tus ojos, de Fernando Trueba).
Para finalizar, hacemos un repaso por algunas de las comedias que en su día consiguieron alzarse con el Oscar a Mejor película. ¿Conseguirá El lado bueno de las cosas sumarse a ellas?

El apartamento (Billy Wilder, 1960)
Una emocionada Audrey Hepburn entregaba el Oscar de Mejor película a su amigo Billy Wilder, quien subía por tercera vez al escenario esa noche, tras recibir anteriormente los premios a la Mejor dirección y al Mejor guión original. Aunque fue etiquetada como “comedia”, su protagonista, Jack Lemmon, confesaba que ni él ni el director entendían el porqué. Y es que aunque El apartamento tenga grandes momentos cómicos, como ver a Lemmon escurriendo la pasta con una raqueta de tenis, el film es un relato agridulce con una considerable carga dramática.

My fair lady (George Cukor, 1964)
El musical dirigido por Cukor consiguió hacerse con ocho premios Oscar. Curiosamente, lo más destacable de estas victorias es la ausencia de su actriz principal, Audrey Hepburn, que ni siquiera se encontraba nominada por su rol. Los rumores apuntaron que el motivo podría ser que Hepburn tuvo que ser doblada en las canciones por Marni Nixon. Su compañero de reparto, Rex Harrison, sí que se llevó el premio.

Annie Hall (Woody Allen, 1977)
Por el momento, la única película de Woody Allen reconocida con el máximo galardón y una obra clave a la hora de ver la evolución de la comedia en la historia del cine. Un peculiar análisis de las relaciones de pareja protagonizado por el propio Allen, en su conocido papel de neurótico, y Diane Keaton, quien recientemente había saltado a la fama por su trabajo en El padrino. Sus ingeniosos diálogos hacen que sea un film imprescindible, así como las escenas en las que Allen interrumpe la acción y se dirige directamente al espectador. 

Belle époque (Fernando Trueba, 1992)
El Oscar de Mejor película de habla no inglesa a Belle époque fue el segundo que consiguió una cinta de nacionalidad española, diez años después de que Volver a empezar, de José Luis Garci, lo ganase por primera vez. Más tarde les seguirían Todo sobre mi madre, de Pedro Almodóvar, y Mar adentro, de Alejandro Amenábar. Al recoger el premio, Fernando Trueba hizo un discurso que quedó para el recuerdo: “Me gustaría creer en Dios para agradecérselo, pero sólo creo en Billy Wilder, así que gracias, señor Wilder”.    

The artist (Michel Hazanavicius, 2011)
En pleno siglo xxi, ocurrió lo que nadie se hubiese podido imaginar: el Oscar a Mejor película iba a parar a manos de una producción francesa, en blanco y negro… ¡y muda! Con ecos de films clásicos como El crepúsculo de los dioses y Cantando bajo la lluvia, la arriesgada apuesta dio como fruto cinco Oscars, incluyendo los de su director, Michel Hazanavicius, y su protagonista, Jean Dujardin. Eso sí, para muchos el alma de la película era el simpático perro Uggie, que aunque no entró en las nominaciones, robaba el protagonismo a Dujardin cada vez que compartían escena.

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8 de febrero de 2013

'Mamá': Instinto maternal, instinto animal

En el año 2008, Andy Muschietti apenas necesitó tres minutos para presentarnos a través de su corto el inquietante universo de Mamá. Ahora el director nos trae el largometraje homónimo de la mano de Guillermo del Toro, en calidad de productor ejecutivo. El mexicano apadrina la ópera prima de Muschietti, como en su día hizo con El orfanato, de Juan Antonio Bayona. Un apoyo que, sin duda, da instantáneamente un buen empujón de popularidad, al mismo tiempo que genera una serie de expectativas que, afortunadamente, en este caso quedan cubiertas.

El corto sintetiza todas las claves estéticas que vamos a encontrar en la película, esta vez modelando una historia con toques de fantasía y marcada por las emociones humanas. El film logra mantener la tensión y la inquietud del espectador en todo momento, fundamentalmente gracias a la hábil dirección de Muschietti y a la música de Fernándo Velázquez, compositor nominado a los Goya de este año por su trabajo en Lo imposible. También hay que destacar la acertada dirección de actores, sobre todo en el caso de las niñas protagonistas, Megan Charpentier e Isabelle Nélisse, que pese a su corta edad dan toda una lección de interpretación y se ponen a la altura de su compañera de rodaje adulta, Jessica Chastain. En Mamá, la actriz californiana muestra una imagen radicalmente opuesta a la que nos muestra habitualmente, ya que aparece con el pelo corto, moreno y llena de tatuajes. Su papel en esta película nos vuelve a demostrar que nos encontramos ante una de las mejores y más versátiles actrices del panorama cinematográfico actual.

La originalidad, ese factor que a menudo cuesta encontrar en el cine de terror, la podemos encontrar en las relaciones que se trazan entre la gran protagonista, la monstruosa Mamá, y las niñas. La historia gira alrededor del amor maternal, reflejado a través de dos formas distintas: los instintos casi animales de amor y protección que desarrolla la criatura se enfrentan con los del personaje de Annabel (Jessica Chastain), creando un paralelismo entre lo sobrenatural y lo terrenal que da bastante juego a lo largo de toda la trama.

Sin embargo, la película no evita completamente la tentación de refugiarse en los lugares comunes del género para lograr su propósito de asustar al público. De la misma forma, no duda en forzar el desenlace para conseguir un clímax de eficacia y coherencia dudosa. Estos dos últimos puntos erosionan al film, que si bien es un buen y entretenido ejercicio de cine de género, se queda sin alcanzar todo su potencial y no llega a ser memorable. Aún así, satisfará con creces a todo aquel que busque pasar una tarde simplemente evadiéndose con el cine de terror y no decepcionará a quien busque una película de este estilo que vaya más allá de la típica cadena de sustos fáciles e inconexos. 

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10 de enero de 2013

Nominaciones a los Oscar 2013: todavía hay sitio para las sorpresas


Lincoln, de Steven Spielberg, encabeza las nominaciones a los Oscar 2013. El biopic del presidente estadounidense ha conseguido ser candidato en 12 categorías, lo que convierte a la película en la principal favorita. Gracias a ella, Daniel Day-Lewis podría conseguir el que sería su tercer Oscar, al igual que Sally Field. La vida de Pi es la segunda en la lista con 11 nominaciones. La fuerte presencia de estas dos películas era previsible, pero aún así, las nominaciones de esta edición vienen cargadas de sorpresas.

En la categoría reina, la de Mejor película, las 9 seleccionadas han sido Bestias del sur salvaje, El lado bueno de las cosas, La noche más oscura, Lincoln, Los miserables, La vida de Pi, Django desencadenado, Argo y Amor. Esta última también está nominada como Mejor película de habla no inglesa, lugar en el que, en contra de todo pronóstico, no se encuentra la francesa Intocable. Amor, la historia de Michael Haneke sobre el amor y la vejez, ha logrado hacerse paso entre las favoritas y colarse en varias categorías principales.

Otra de las sorpresas ha sido no encontrar a la cineasta Kathryn Bigelow, responsable de La noche más oscura, en el apartado de Mejor dirección, en el que tampoco se hallan ni Quentin Tarantino ni Tom Hooper, por Django desencadenado y Los miserables, respectivamente. Los que sí están son David O. Russell (El lado bueno de las cosas), Ang Lee (La vida de Pi), Benh Zeitlin (Bestias del sur salvaje), Steven Spielberg (Lincoln) y Michael Haneke (Amor).  
  
Javier Bardem finalmente no ha sido nominado por su papel en Skyfall, por lo que la presencia española en esta edición se reduce a Paco Delgado, responsable del vestuario de Los miserables. Por su parte, Lo imposible sólo ha conseguido hacerse un hueco a través de Naomi Watts, quien tendrá que competir con Emmanuelle Riva, Jessica Chastain, Jennifer Lawrence y Quvenzhané Wallis para alzarse con el galardón de Mejor actriz. Curiosamente, en esta categoría coinciden la nominada más veterana en toda la historia de los premios (Riva, con 85 años) y la más joven (Wallis, con sólo 9 años).

El lado bueno de las cosas ha hecho pleno en las candidaturas interpretativas: tanto la mencionada Jennifer Lawrence como Bradley Cooper, Robert De Niro y Jacki Weaver son finalistas en sus respectivas categorías. Y es también en estas categorías donde podemos encontrar las únicas nominaciones de The Master, la última película del director Paul Thomas Anderson. Joaquin Phoenix, Amy Adams y Philip Seymour Hoffman reciben así unas nominaciones que saben a poco, después de las buenas críticas que ha recibido el film. De hecho, la presencia de Phoenix en las quinielas se puso en duda después de que en octubre del año pasado hiciese unas ofensivas declaraciones sobre estos premios. 

Os dejamos con la lista de nominados de la que será la 85º edición de los Oscar. La ceremonia de entrega de los premios será el próximo 26 de febrero.

LISTA COMPLETA DE NOMINADOS A LOS OSCAR 2013

Mejor película
Bestias del sur salvaje
El lado bueno de las cosas
La noche más oscura (Zero Dark Thirty)
Lincoln
Los miserables
La vida de Pi
Amor
Django desencadenado
Argo

Mejor director
David O. Russell, El lado bueno de las cosas
Ang lee, La vida de Pi
Steven Spielberg, Lincoln
Michael Haneke, Amor
Benh Zeitlin, Bestias del sur salvaje

Mejor actriz protagonista
Naomi Watts, Lo imposible
Jessica Chastain, La noche más oscura (Zero Dark Thirty)
Jennifer Lawrence, El lado bueno de las cosas
Emmanuelle Riva, Amor
Quvenzhané Wallis, Bestias del sur salvaje

Mejor actor protagonista
Daniel Day-Lewis, Lincoln
Denzel Washington, El vuelo
Hugh Jackman, Los miserables
Bradley Cooper, El lado bueno de las cosas
Joaquin Phoenix, The Master

Mejor actriz de reparto
Sally Field, Lincoln
Anne Hathaway, Los miserables
Jacki Weaver, El lado bueno de las cosas
Helen Hunt, Las sesiones
Amy Adams, The Master

Mejor actor de reparto
Christoph Waltz, Django desencadenado
Philip Seymour Hoffman, The Master
Robert De Niro, El lado bueno de las cosas
Alan Arkin, Argo
Tomy Lee Jones, Lincoln

Mejor guión adaptado
Bestias del sur salvaje
Argo
Lincoln
El lado bueno de las cosas
La vida de Pi

Mejor guión original
El vuelo
La noche más oscura (Zero Dark Thirty)
Django desencadenado 
Amor
Moonrise Kingdom

Mejor canción original
“Before my time”, Chasing ice
“Pi’s lullaby”, La vida de Pi
“Suddenly”, Los miserables
“Everybody needs a best friend”, Ted
“Skyfall”, Skyfall

8 de enero de 2013

Blancanieves, Lo imposible, El artista y la modelo y Grupo 7 acaparan las nominaciones a los Goya

Blancanieves, Lo imposible, El artista y la modelo y Grupo 7 competirán por llevarse los premios a la Mejor película y Mejor director en la XXVII edición de los Premios Goya. La Academia de Cine no ha querido arriesgar y ha optado por repartir la mayoría de las nominaciones entre estas cuatro películas, dejando apenas hueco para films como Una pistola en cada mano, Invasor o Los niños salvajes. Pero lo más llamativo son las ausencias, entre las cuales podríamos nombrar la de Extraterrestre, Rec 3, El mundo es nuestro y Luces rojas.

Dos veteranas en estos premios, Maribel Verdú y Penélope Cruz, podrán conseguir otro Goya como Mejor actriz protagonista, por sus trabajos en Blancanieves y Volver a nacer, respectivamente. Junto a ellas están Aida Folch, por El artista y la modelo y Naomi Watts, por Lo imposible. Respecto a la categoría masculina, destaca José Sacristán, finalista por primera vez en toda su trayectoria, gracias a El muerto y ser feliz. Los otros nominados son Daniel Giménez-Cacho (Blancanieves), Jean Rochefort (El artista y la modelo) y Antonio de la Torre, nominado por partida doble, tanto en esta categoría, por Grupo 7, como en la de Mejor actor de reparto, por Invasor.

Paco León, con Carmina o revienta, su particular retrato familiar, ha conseguido hacerse un hueco en la candidatura de Mejor dirección novel, donde también están Isabel de Ocampo (Evelyn), Enrique Gato (Las aventuras de Tadeo Jones) y Oriol Paulo (El cuerpo). Además, su madre, Carmina Barrios, podría llevarse el premio a Mejor actriz revelación por su participación en la película. Este galardón es el que, curiosamente, se llevó el año pasado María León, ahora también nominada como actriz de reparto.

Las cuatro películas favoritas están nominadas en la sección de Mejor guión original. Llama la atención que incluso esté Blancanieves, a pesar de tener como base un cuento de los hermanos Grimm. Tengo ganas de ti, Fin, Invasor, Todo es silencio y Las aventuras de Tadeo Jones han sido las elegidas para optar por el premio al Mejor guión adaptado.

El cine francés es el gran protagonista en la categoría de Mejor película europea, ya que tres de las cuatro nominadas son de esta nacionalidad: En la casa, dirigida por François Ozon, De óxido y hueso, de Jacques Audiard e Intocable, de Eric Toledano y Olivier Nakache. La cuarta película en esta categoría es Shame, de Steve McQueen. Por otra parte, el premio de Mejor película Iberoamericana se lo disputarán 7 cajas (Paraguay), Después de Lucía (México), Infancia clandestina (Argentina) y Juan de los muertos (Cuba).

Os dejamos con la lista completa de nominados. El día 17 de febrero sabremos quiénes son los ganadores.

Mejor película
Blancanieves
El artista y la modelo
Grupo 7
Lo imposible

Mejor dirección
Juan Antonio Bayona, Lo imposible
Alberto Rodríguez, Grupo 7
Pablo Berger, Blancanieves
Fernando Trueba, El artista y la modelo

Mejor dirección novel
Isabel de Ocampo, Evelyn
Oriol Paulo, El cuerpo 
Paco León, Carmina o revienta
Enrique Gato, Las aventuras de Tadeo Jones

Mejor actor protagonista
Daniel Giménez-Cacho, Blancanieves
Antonio de la Torre, Grupo 7 
Jose Sacristán, El muerto y ser feliz
Jean Rochefort, El artista y la modelo

Mejor actriz protagonista
Maribel Verdú, Blancanieves
Naomi Watts, Lo imposible
Penélope Cruz, Volver a nacer
Aida Folch, El artista y la modelo

Mejor actor de reparto
Josep Maria Pou, Blancanieves
Julián Villagrán, Grupo 7 
Antonio de la Torre, Invasor
Ewan McGregor, Lo imposible

Mejor actriz de reparto
Ángela Molina, Blancanieves
María León, Carmina o revienta
Chus Lampreave, El artista y la modelo
Candela Peña, Una pistola en cada mano

Mejor actor revelación
Emilio Gavira Blancanieves
Álex Monner, Los niños salvajes
Joaquín Núñez, Grupo 7
Tom Holland, Lo imposible

Mejor actriz revelación
Macarena García, Blancanieves
Carmina Barrios, Carmina o revienta
Cati Solivellas, Los niños salvajes
Estefanía de los Santos, Grupo 7

Mejor guión original
Pablo Berger, Blancanieves
Sergio G. Sánchez, Lo imposible
Rafael Cobos López y Alberto Rodríguez Librero, Grupo 7
Fernando Trueba y Jean-Claude Carrière, El artista y la modelo 

Mejor guión adaptado
Jorge Guerricaechevarría y Sergio G. Sánchez, Fin
Javier Gullón y Jorge Arenillas, Invasor
Javier Barreira, Gorka Magallón, Ignacio del Moral, Jordi Gasull y Neil Landau, Las aventuras de Tadeo Jones
Ramón Salazar Hoogers, Tengo ganas de ti
Manuel Rivas, Todo es silencio


28 de diciembre de 2012

'Los miserables': Do you hear the people sing?

De manera inconsciente, muchas veces asociamos la palabra “musical” con un estereotipo muy concreto; con películas en las que los protagonistas desarrollan sus historias de forma ordinaria y entre las cuales se insertan números musicales estratégicamente posicionados. Películas con canciones alegres, que los personajes bailan siguiendo una perfecta coreografía. Ejemplo de ello son Grease, Mamma Mía o los trabajos que realizó la mítica pareja formada por Fred Astaire y Ginger Rogers. Considerado en ocasiones como un género “menor”, el musical comenzó a vivir una segunda juventud después del Moulin Rouge de Baz Luhrmann. Y ahora podemos decir que se ha llegado a una nueva etapa. Desprendiéndose de todo estereotipo posible, Los miserables hace que el musical alcance plenamente la madurez.

A Tom Hooper no le asustan los retos, o al menos, eso parece. El director ha sido el encargado de ponerse a la cabeza de la adaptación del musical basado en la novela de Víctor Hugo. Situarse detrás de las cámaras en Los miserables era enfrentarse cara a cara con toda una leyenda. Y aunque el desafío era difícil, Hooper y el resto del equipo han salido victoriosos. El resultado es un desgarrador retrato del París del siglo XIX. Una mirada hacia los invisibles, hacia las clases más bajas; sus protagonistas son ladrones, prostitutas, pícaros, fugitivos y estudiantes con aspiraciones revolucionarias que luchan contra un sistema aparentemente invencible. Y una vez más, Hooper ha conseguido dejar su huella en la película, al igual que lo hizo en El discurso del rey.

El arriesgado uso de las voces “en directo” ha dado sus frutos. Que los actores no hagan playback, sino que estén cantando al mismo tiempo que les graban, da verosimilitud a la historia y la aligera, dato muy importante, teniendo en cuenta que la película dura nada menos que dos horas y media. Otro aspecto trascendental es que prácticamente toda la película se construye a base de números musicales. Incluso los diálogos entre los personajes se realizan cantando; apenas encontramos frases que se escapen a esta norma. A priori puede resultar chocante para algunos espectadores, pero una vez comenzada la trama, las piezas van encajando con naturalidad y provocan la sensación de que no se podría haber hecho de otra manera.

El reparto es otro elemento que funciona a la perfección. Hugh Jackman realiza el mejor papel de su carrera como Jean Valjean. Durante las galas de los Tony y de los Oscar en las que ejerció de anfitrión ya nos demostró sus dotes para la canción, y ahora no defrauda en sus números musicales. Anne Hathaway brilla con su mera presencia, además de proporcionarnos uno de los momentos más emotivos de todo el film con su I dreamed a dream. Russell Crowe, a pesar de situarse en un nivel inferior, logra no desentonar con el resto de protagonistas, forjando un notable Javert, digno de los duelos vocales con Jackman. Una gran (y grata) sorpresa es Eddie Redmayne, al que habíamos visto en Mi semana con Marilyn y que aquí da vida a Marius, el amado de Cosette, una Amanda Seyfried que vuelve a seducirnos con su voz de carácter angelical. Por último, los breves pero oportunos momentos cómicos de la película vienen de la mano de los geniales Helena Bonham Carter y Sacha Baron Cohen, como el matrimonio Thénardier.  

Las canciones en ocasiones son presentadas mediante un montaje de vértigo, que intenta abarcar una gran cantidad de información en pocos minutos. Pero en la mayoría de los números musicales, especialmente aquellos interpretados por un único personaje, se ha optado por otro montaje mucho más discreto e íntimo, basado en primeros planos que nos ayudan a profundizar en las emociones de los protagonistas. Un gesto mediante el cual se refuerza la idea de que estamos ante un musical que, sobre todo, gira alrededor de sus personajes y sus dramas y conflictos internos, a pesar de estar marcado fuertemente por un hecho histórico, como es la rebelión parisina de junio de 1832.

Estos personajes se debaten entre la moral y la ley, entre los deseos y el deber. Se mueven en un mundo cruel, donde solo hay sitio para el desencanto, pero en el cual a veces surgen rayos de esperanza. La grandeza de Los miserables es que recoge a los más desgraciados y los enaltece, convirtiéndolos en auténticos héroes. Sin duda, Los miserables ha sabido situarse a la altura de la leyenda y entrar a formar parte de ella. 

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29 de noviembre de 2012

Siempre nos quedará Casablanca

En estos tiempos cambiantes, frenéticos y sobre todo, inciertos, tranquiliza saber que hay cosas que no cambian, por mucho que pase el tiempo. Nos lo dice la vida, la experiencia y nos lo dice Sam desde su piano. Los acordes de As time goes by resuenan en el Rick’s Café, recordándonos que en la vida se repite la misma historia una y otra vez: todo sigue siendo “una lucha por el amor y la gloria”. Casablanca, la película que mejor ha captado esta lucha entre sus fotogramas, cumple 70 años. Todo un mito al que se sigue señalando como una de las mejores películas de todos los tiempos.

Casablanca es una ciudad de paso, donde cientos de personas simplemente esperan a que llegue su oportunidad para tomar un avión a Lisboa, desde donde podrán zarpar hacia América, y escapar así de las garras de la II Guerra Mundial. El director Michael Curtiz fue el encargado de adentrarnos en sus calles y lo más importante, nos abrió las puertas del Rick’s Café. Un lugar al que, como indica el título de la obra teatral en la que se basa la película, Everybody comes to Rick’s, todos acuden. Es el auténtico corazón de la ciudad, en el que se entremezclan los refugiados, los policías corruptos, el humo, la música, el juego ilegal y los carteristas. Y cómo no, él.

Chaqueta de esmoquin blanco, mirada impenetrable y entre sus labios, un cigarrillo. Nacionalidad: borracho, o al menos eso dice. Cínico, aparentemente neutral en todo, aunque quizá el capitán Renault tiene razón y debajo de su apariencia dura se esconde un romántico. Rick, el propietario del café, no podría ser otro que Humphrey Bogart, quien encarna al prototipo de un nuevo héroe; un héroe derrotado, atraído irremediablemente por el bando perdedor. Y no nos olvidamos de ella, Ilsa, la misteriosa mujer que cambia todo con su llegada a Casablanca, interpretada por una impecable Ingrid Bergman. Junto a ellos, nombres como los de Paul Henreid, Peter Lorre, Dooley Wilson o Claude Rains.

¿Es Casablanca una historia de amor? Evidentemente, el triángulo amoroso formado por Rick, Ilsa y su marido es uno de los ejes fundamentales, pero Casablanca es mucho más.  Señalada como una pieza maestra de propaganda bélica americana, también es todo un canto a valores como el honor y el patriotismo. Esto tuvo sus consecuencias en España, donde la censura franquista borró la línea de guión en la que se indicaba que Rick había luchado con los republicanos durante la Guerra Civil. De la misma forma, tampoco se vio con buenos ojos la emotiva escena que tiene lugar en Rick’s en la que los clientes entonan La Marsellesa con el objetivo de tapar los cantos nazis.

Cada frase, cada diálogo respira un aire mítico. Casablanca nos ha dejado algunas de las citas más populares del cine. Entre ellas la célebre “Tócala, Sam”, aunque un error típico es confundirla con la de “Tócala otra vez, Sam”, cuando en realidad, esta última no se dice en ningún momento del largometraje. Viendo la película, cuesta creer que comenzó a rodarse con un guión inacabado. Esta forma de trabajar ponía nerviosa a Ingrid Bergman, quien se mostraba inquieta porque no sabía cómo iba a ser el final y, por tanto, con cuál de los dos hombres acabaría su personaje.

Ese final, que 70 años después todos conocemos, no resulta un impedimento para disfrutar de cada visionado, como ocurre con toda buena película. Puede que finalmente Warner Bros. vea culminada su idea de realizar una secuela, como ha anunciado recientemente, pero sin lugar a dudas no llegará a ser ni una sombra de la original. Es un hecho inevitable, proveniente de la magia que ejercen los clásicos y que es inalcanzable por otras obras. Incluso teniendo en cuenta su estela de leyenda, la película guarda un componente que la acerca al público actual, lo que hace que hoy en día resulta exactamente igual de atrayente ese tablero de ajedrez que es Casablanca, con sus peones moviéndose entre el engaño, la confianza, el amor y los sacrificios. Y esta es la parte que, por muchos más años que pasen, no cambia. Ocurra lo que ocurra, quedarán los cínicos comentarios de Rick, siempre envueltos en humo. Quedarán las miradas de Ilsa. Quedarán las canciones de Sam. Y siempre nos quedará Casablanca.

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15 de noviembre de 2012

La recta final

Cuando apenas queda mes y medio para que se acabe el año, los estrenos más esperados se amontonan en la cartelera. En la recta final de este 2012 podemos encontrar a las protagonistas de los festivales más prestigiosos, películas de autor que pondrán los dientes largos a los más cinéfilos y, cómo no, tampoco faltan los grandes taquillazos. Y aunque todavía falte bastante tiempo para los Oscar… hay algunas que ya tienen hambre de alfombra roja.

Noviembre: de los vampiros a los tigres de Bengala 
Todo fan de la saga Crepúsculo que se precie seguro que tienen marcado en el calendario el día 16 de noviembre. Y es que esa ha sido la fecha elegida para el estreno de Amanecer: Parte 2, con el que se cierran cuatro años llenos de romances vampíricos, hombres lobo y muchas hormonas. Sin embargo, la relación entre la autora de los libros, Stephenie Meyer, y el cine no va a acabar aquí: dentro de unos meses llegará la adaptación de otra de sus novelas, The Host (La huésped). Muy diferente es otro estreno de la misma semana, Holy motors, la arriesgada película de Leos Carax que ha arrasado en el Festival de Sitges de este año. Gracias a la iniciativa Oculto, celebrada en Madrid hace unos días, ya ha habido algunos afortunados que han podido verla.

Los que hayan disfrutado con el reciente estreno de En la casa, ganadora de la Concha de Oro en San Sebastián, tienen otra cita el próximo 23 de noviembre con el cine europeo, porque llega César debe morir. El film cuenta con un palmarés en el que destaca el Oso de Oro del Festival de Berlín, y cinco premios David di Donatello (los Goya italianos). Además, será la rival de nuestra Blancanieves, ya que también participa en la carrera hacia el Oscar de Mejor película de habla no inglesa. El mismo día también se estrena la española Fin, la apocalíptica obra de Jorge Torregrossa protagonizada por, entre otros, Maribel Verdú, Clara Lago y Daniel Grao.

Para finalizar el mes, el día 30 podemos encontrar La vida de Pi, basada en la novela homónima. Detrás de las cámaras está el taiwanés Ang Lee, responsable de películas como Sentido y Sensibilidad o Brokeback Mountain. Con un alto contenido espiritual, nos cuenta la historia de un joven indio que sobrevive a un naufragio, tras el cual tendrá a un tigre de Bengala como única compañía. Ha cosechado muy buenas críticas en el Festival de Nueva York, en el que se ha alabado tanto su contenido como el uso que hace del 3D, responsable de escenas totalmente espectaculares. 

Diciembre: una despedida a lo grande
El 14 de diciembre volveremos a la Tierra Media con El Hobbit: un viaje inesperado, la primera de las tres entregas en las que se ha dividido la novela de J.R.R Tolkien. Sin duda, esta es una de las películas que más ha dado que hablar durante todo el año, con permiso de El Caballero Oscuro: la leyenda renace. Por fin podremos olvidarnos de todos los incidentes por los que ha pasado el equipo durante el rodaje (donde destaca el abandono de Guillermo del Toro) y sumergirnos en el viaje de Bilbo Bolsón, a quien da vida Martin Freeman.

Aunque seguramente ningún estreno podrá hacerle sombra, el 14 también llega De óxido y hueso, protagonizada por Marion Cotillard y Matthias Schoenaerts, una de las elegidas para la Selección oficial del Festival de Cannes de este año. Pero si hablamos de Cannes, no podemos olvidarnos de la triunfadora con mayúsculas de la pasada edición. Se trata de Amor, el largometraje con el que Michael Haneke ganó su segunda Palma de Oro (tras La cinta blanca) y que se estrena el 21 de diciembre.

Y por supuesto, como ocurre cada Navidad y coincidiendo con las vacaciones escolares, no pueden faltar las películas dedicadas a los más pequeños. Para ellos está pensada El alucinante mundo de Norman (21 de diciembre), con la que la animación infantil también se suma a la fiebre de los zombis. De la misma forma, el día 25 podremos disfrutar de la nueva apuesta de Disney, ¡Rompe Ralph!. En ella encontramos como protagonista a un personaje de un juego de arcade. Veremos cómo funciona en la taquilla española, aunque en Estados Unidos ha obtenido buenos resultados, llegando a superar las cifras del estreno de Enredados.

El día de Navidad tendremos que vestirnos de gala para recibir a Los miserables. Tom Hooper promete dejar a los espectadores con la boca abierta, y para ello ha rodado sus números musicales de una manera muy especial: todos son en vivo. Es decir, los actores no han hecho playback, sino que veremos sus actuaciones en directo, tal y como las interpretaron en el momento del rodaje. Todo ello con un reparto de lujo, encabezado por Anne Hathaway, Russell Crowe, Hugh Jackman y Amanda Seyfried. Para despedir el 2012 nos espera el día 28 el film El cuerpo, un thriller protagonizado por Belén Rueda y Hugo Silva, que será el estreno del director Oriol Paulo en el mundo de los largometrajes. El broche de oro para un año que ha estado cargado de buen cine.

Publicado en: www.puentoencuentrocomplutense.es