12 de abril de 2013

Terrence Malick, filosofía con imágenes

¿Genio o vendedor de humo? ¿Poeta de la imagen o director pretencioso? Terrence Malick tiene el don de dividir a los cinéfilos con el estreno de cada una de sus películas. Después del punto de inflexión que supuso El árbol de la vida en su filmografía, ahora el director nos presenta To the Wonder, película que recibió tantos halagos como malas críticas en el pasado Festival de Venecia. Javier Bardem, Ben Affleck, Olga Kurylenko y Rachel McAdams son algunos de los intérpretes a los que podemos encontrar en este nuevo largometraje, el sexto de Malick como director desde que en 1973 comenzara su trayectoria con Malas tierras. Una camino que le convierte en uno de los directores más peculiares (y polémicos) en el panorama cinematográfico actual.



El estilo de Malick es tan reconocible que unos pocos minutos de metraje de cualquiera de sus películas serían más que suficientes para saber que nos encontramos ante una de sus obras. Detrás de este resultado final hay un largo proceso en el que Malick toma las riendas de una forma muy personal. En las jornadas de rodaje, cualquier cosa es susceptible de ser grabada. Incluso en los descansos, los actores son perseguidos por las cámaras, en busca de material susceptible de ser incluido en la película. Además, sólo se emplea luz natural, y los filtros y efectos como el zoom están prohibidos.

La flexibilidad que el director presenta a la hora de incluir nuevas imágenes y momentos espontáneos en la película hace que las primeras versiones de estas lleguen a durar varias horas, por lo que a la hora de trabajar en la sala de montaje surge la necesidad de eliminar una gran cantidad de material. Malick es conocido por su pulso firme a la hora de editar los films, obedeciendo a sus criterios personales y perjudicando en ocasiones a los actores. Ya pueden ser prácticamente desconocidos para el público o estrellas de fama mundial: el director no hace distinción. De esta forma, algunos de ellos llegan a desaparecer totalmente, como ha pasado con Jessica Chastain y Rachel Weisz en To the Wonder, mientras que otros ven reducido su tiempo en pantalla al mínimo, como fue el caso de Adrien Brody en La delgada línea roja o de Sean Penn en El árbol de la vida.

Las reacciones varían dependiendo de los actores: mientras algunos deciden tomárselo con filosofía, otros ponen el grito en el cielo al ver cómo su trabajo no ha valido para nada. Entre aquellos que han mostrado sus diferencias con Malick encontramos al veterano Christopher Plummer y el antes mencionado Sean Penn. Plummer, a quien vimos brevemente en El nuevo mundo, declaró que “nunca volvería a trabajar con el director”, añadiendo que “necesitaba desesperadamente un guionista”. Sean Penn, que repetía con Malick después de haber protagonizado La delgada línea roja, tampoco quedó satisfecho con el resultado de El árbol de la vida, en la que no encontró la emoción que desprendía el guión original. Con una mejor actitud, Olga Kurylenko confesaba recientemente que sus escenas favoritas de To the Wonder habían sido eliminadas. De la misma forma, Rachel Weisz, al enterarse que había sido borrada del metraje, destacó que al menos le queda la experiencia de haber rodado con el director.

Malick estudió Filosofía en la universidad de Harvard, lo que ha marcado toda su obra. A lo largo de su filmografía se repiten las reflexiones filosóficas de los personajes, que constituyen un elemento clave del guión y que suelen ser expresadas normalmente a través de las voces en off. La relación del hombre con la naturaleza y con Dios, el amor y la búsqueda de algo que vaya más allá de lo humano son algunos de los temas en torno a los cuales giran sus largometrajes. Su dominio de las imágenes ha hecho que se le reconozca por ser todo un poeta visual. Esta concepción del cine le aleja de los circuitos comerciales, mientras en otros goza de un reconocido prestigio, como ocurre en el caso del Festival de Cannes, en el que fue nombrado mejor director por su labor en Días del cielo y obtuvo la Palma de Oro en 2011 por El árbol de la vida. Premios que Malick no fue a recoger, ya que otra de sus peculiaridades es que nunca aparece en público, no concede entrevistas y sólo se existen contadas fotos suyas. Algo que contribuye a alimentar el misterio que le rodea, reforzado por su corta e irregular filmografía. Entre su segunda película, Días del cielo y la posterior, La delgada línea roja, pasaron veinte años (1978-1988), y tuvimos que esperar siete más para que llegara El nuevo mundo.

Su ritmo pausado de creación cambió abruptamente con la llegada de El árbol de la vida (2011), tras la cual anunció que tenía entre manos tres proyectos nuevos. Tras el estreno de To the Wonder, dos películas se encuentran en proceso de post-producción. Una es Knight of Cups, que contará con las interpretaciones de Cate Blanchett, Christian Bale y Natalie Portman. Los mismos actores repetirán en Lawless, en la que además también intervendrán Michael Fassbender, Ryan Gosling y Rooney Mara (siempre y cuando el montaje no lo impida, claro está). Además, Malick también está preparando un documental llamado Voyage of time, que versará sobre la naturaleza y el universo.  El tiempo dirá si este giro radical en el método de trabajo del director da buenos resultados. Lo que es casi seguro es que la controversia que le rodea no desaparecerá. 

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25 de febrero de 2013

Oscar 2013: "Argo fuck yourself"

Si nos lo hubiesen dicho hace un par de meses, habría sido más difícil de creer. Pero a estas alturas, a nadie le sorprende que Argo se llevara el máximo reconocimiento en la 85º gala de los Premios Oscar. El desarrollo de la carrera hacia los premios hizo que, progresivamente, todas las apuestas pasaran al lado del film dirigido por Ben Affleck, dejando al Lincoln de Steven Spielberg abandonado a su suerte. Michelle Obama fue la encargada de decir el nombre de la película ganadora, tras lo cual los tres productores del largometraje, George Clooney, Grant Heslov y el propio Affleck subieron a recoger el premio. El discurso de Affleck hizo notar una vez más que su nombre ha sido una de las grandes ausencias entre los nominados como Mejor director.



En esta categoría, la de Mejor dirección, el elegido fue Ang Lee, probablemente la mayor sorpresa de la noche. El director, que previamente ya había ganado el Oscar con Brokeback Mountain, agradeció el premio al “dios del cine”, siguiendo la línea espiritual de su película, La vida de Pi. El único consuelo de Lincoln fue Daniel Day-Lewis, ganador del Oscar al Mejor actor principal, un premio que confirma el gusto de los académicos por los protagonistas de biopics. Por su parte, Jennifer Lawrence arrebataba el de Mejor actriz protagonista a las otras dos favoritas, Jessica Chastain y Emmanuelle Riva. Gracias a su trabajo en El lado bueno de las cosas, la joven actriz puede alardear de que a sus 22 años ya tiene la estatuilla más codiciada del mundo cinematográfico, además de otra nominación por Winter’s bone.



En los apartados de Mejores intérpretes de reparto, Anne Hathaway siguió su imparable racha y recogió el premio que llevaba su nombre desde el día del estreno de Los Miserables, cuando conquistó al público y a la crítica con su papel de Fantine. El de Mejor actor de reparto, el primero de la noche, fue a parar a manos de Christoph Waltz, a pesar de que el austriaco todavía tiene reciente su éxito en 2010, cuando ganó el mismo premio por otra película de Quentin Tarantino, Malditos Bastardos. Por supuesto, en su discurso de agradecimiento, Waltz dedicó unas palabras al director.

Precisamente Tarantino fue quien recibió el Oscar al Mejor guión original, por Django desencadenado, repitiendo la jugada de los pasados Globos de Oro. Es el segundo del cineasta, tras ganarlo en esta misma categoría por el libreto de Pulp Fiction. El galardón de Mejor guión adaptado fue para Argo, al igual que el de Mejor montaje. La película de Michael Haneke, Amor, que en un principio había conseguido colarse en las nominaciones principales, tuvo que conformarse con ser la Mejor película de habla no inglesa. Brave, la última joya de Pixar, venció al Frankenweenie de Tim Burton, convirtiéndose así en Mejor película de animación del año.

Los premios de las categorías técnicas se repartieron entre las películas vencedoras de la ceremonia. Los de Mejor fotografía, Mejores efectos visuales y Mejor banda sonora hicieron que La vida de Pi pasara a ser el film más premiado en esta edición. La noche más oscura, la película de Kathryn Bigelow salpicada por la polémica, sólo se llevó el Oscar a la Mejor edición de sonido, que además tuvo que compartir con Skyfall. Paco Delgado, el único español nominado y responsable del vestuario de Los miserables, se fue con las manos vacías, ya que las quinielas acertaron y el premio finalmente fue para Anna Karenina.


LISTA COMPLETA DE GANADORES DE LOS OSCAR 2013
Mejor película
Argo

Mejor director
Ang Lee, La vida de Pi

Mejor actriz protagonista
Jennifer Lawrence, El lado bueno de las cosas

Mejor actor protagonista
Daniel Day-Lewis, Lincoln

Mejor actriz de reparto
Anne Hathaway, Los miserables

Mejor actor de reparto
Christoph Waltz, Django desencadenado

Mejor guión adaptado
Argo

Mejor guión original
Django desencadenado 

Mejor canción original
 “Skyfall”, Skyfall

Mejor banda Sonora
La vida de Pi

Mejor película de animación
Brave

Mejor película de habla no inglesa
Amor (Austria)

Mejor fotografía
La vida de Pi

Mejor diseño de vestuario
Anna Karenina

Mejor maquillaje y peluquería
Los miserables

Mejor montaje
Argo

Mejores efectos visuales
La vida de Pi

Mejor diseño de producción
Lincoln

Mejor edición de sonido
Skyfall
La noche más oscura (Zero Dark Thirty)

Mejor mezcla de sonido
Los miserables

Mejor documental
Searching for Sugar man

Mejor cortometraje
Curfew

Mejor corto documental
Inocente

Mejor corto de animación
Paperman

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18 de febrero de 2013

La gala de los Premios Goya 2013: "“Que nuestra máquina de sueños siga viva”

El ambiente estaba caldeado, el debate reabierto: ¿debe una ocasión como los Premios Goya convertirse en un acto reivindicativo? Había opiniones para todos los gustos: desde la Unión de actores, se animaba a los presentadores y ganadores a que aprovechasen su protagonismo para dar voz a las protestas, mientras que desde el ámbito político se pedía, a través de Soraya Sáenz de Santamaría, que en la ceremonia se hablase exclusivamente de cine. Otros adoptaban la posición de Fernando Trueba, quien defendía minutos antes de la gala la libertad de expresión y rechazaba las directrices provenientes tanto de un lado como de otro. Y a las puertas del Centro de Congresos Príncipe Felipe, un grupo de figurantes se manifestaba pidiendo una mayor visibilidad en su trabajo y unas mejores condiciones laborales.   

Finalmente, ocurrió lo previsto: entre el glamour, las sonrisas y los vestidos, la realidad se coló en la gala, y sentó como un jarro de agua fría. Los chistes de sobres y la crítica a la política social y cultural del Gobierno se convirtieron en los grandes protagonistas de una larga gala, que se excedió del horario previsto. Eva Hache, que repetía como presentadora, salió al ruedo con la confianza que da el encontrarse en terreno conocido y, como prometió, dejó lo políticamente correcto a un lado. La humorista inició la ceremonia con un afilado monólogo plagado de estocadas contra el ministro de Cultura, José Ignacio Wert, que intentaba mantener el tipo como podía ante los comentarios sobre los recortes, la subida del IVA y la amnistía fiscal, para poco después desaparecer de la vista de los espectadores por obra y gracia de la realización de Televisión Española.  

Pero fue a la hora de entregar los premios cuando las reivindicaciones brillaron en todo su esplendor. José Corbacho, presentador del premio de Mejor actriz revelación, robó momentáneamente el protagonismo a las nominadas gracias a sus ácidos comentarios, y Candela Peña, nombrada Mejor actriz de reparto, ofreció un discurso crudo y sin filtros, sin duda, el más impactante de la noche. Más moderadas, aunque también con una marcada intención social, fueron las palabras de Maribel Verdú, quien se acordó de los afectados por los desahucios tras recoger el Goya a la Mejor actriz protagonista. Por su parte, Javier Bardem continuó esparciendo el mensaje de su documental Hijos de las nubes, la última colonia, y defendió la libertad del pueblo saharaui al subir al escenario. Desde el patio de butacas, muchos artistas exhibían pegatinas en contra de los recortes.

Uno de los aciertos de la gala fue el momento cómico de los chicos de Muchachada Nui, que hicieron una parodia de todas estas reivindicaciones. Así, entre las risas del público, pidieron premios al “Mejor desnudo gratuito” o un mejor trato para “los actores con la cara pixelada”. En una gala definida por la política, el oxígeno de la comedia se hacía más necesario que nunca. Eva Hache repitió la jugada de la gala anterior y volvió a meterse dentro de las cuatro películas finalistas. En sus intervenciones, se agradecieron los momentos en los que el cine era el blanco de las bromas (no faltó el recurrente chiste a costa de la película Manolete), ya que en ocasiones su excesivo empeño en hacer comentarios punzantes con contenido político quitaba naturalidad a sus monólogos y les daba un aire algo forzado.       

Concha Velasco, tras recibir el Goya Honorífico de manos de su sobrina Manuela Velasco, nos demostró una vez más por qué es la gran dama del cine español. La actriz relató su decepción en los Premios Goya de 1997, cuando estuvo nominada y se fue con las manos vacías. Cargada de elegancia, humor y sobre todo, mucha ilusión, Velasco brilló con luz propia al recoger el premio, que muchas veces actúa como una especie de compensación para aquellos actores o cineastas que la Academia no supo reconocer en su momento.

Aunque la política acabó siendo una de las protagonistas esperadas de la noche, la gala también fue una carta de amor al arte y al cine español. Reivindicativos o no, todos los presentes tenían algo en común: su aferramiento al cine, todo un salvavidas en tiempos de crisis. “Este es un hermoso oficio, a pesar de todo”, recordaba José Sacristán al recoger su premio, mientras que Juan Antonio Bayona hacía hincapié en la necesidad de hacer tanto películas grandes como medianas y pequeñas. Y frente a la politización a la que es sometido el cine español, merece la pena quedarse con el discurso del presidente de la Academia, Enrique González Macho, que actuó como la voz de la concordia, dejando claro que “el cine no pertenece a ningún partido político”, sino que “nos pertenece a todos”. A pesar de los recortes, la subida del IVA, las protestas y la crisis, hubo un mensaje que quedó claro: la cultura es necesaria, el cine es necesario. Alain Bainée, responsable de la dirección artística de Blancanieves, supo transmitir el sentimiento que une a todo el sector del cine con una simple frase: “Que nuestra máquina de sueños siga viva”.  

Lista de ganadores
Mejor película
Blancanieves

Mejor dirección
Juan Antonio Bayona, Lo imposible

Mejor dirección novel
Enrique Gato, Las aventuras de Tadeo Jones

Mejor actor protagonista
José Sacristán, El muerto y ser feliz 

Mejor actriz protagonista
Maribel Verdú, Blancanieves

Mejor actor de reparto
Julián Villagrán, Grupo 7 

Mejor actriz de reparto
Candela Peña, Una pistola en cada mano

Mejor actor revelación
Joaquín Núñez, Grupo 7

Mejor actriz revelación
Macarena García, Blancanieves

Mejor guión original
Pablo Berger, Blancanieves

Mejor guión adaptado
Javier Barreira, Gorka Magallón, Ignacio del Moral, Jordi Gasull y Neil Landau, Las aventuras de Tadeo Jones

Mejor montaje
Lo imposible 

Mejor dirección de fotografía
Blancanieves

Mejor dirección de producción
Lo imposible

Mejor dirección artística
Blancanieves 

Mejor diseño de vestuario
Blancanieves

Mejor maquillaje y/o peluquería
Blancanieves

Mejor sonido
Lo imposible 

Mejor música original
Blancanieves

Mejor canción original
“No te puedo encontrar” (Blancanieves)

Mejores efectos especiales
Lo imposible

Mejor película iberoamericana
Juan de los muertos, Alejandro Brugués (Cuba)

Mejor película europea
Intocable, Eric Toledano y Olivier Nakache (Francia)

Mejor película de animación
Las aventuras de Tadeo Jones

Mejor película documental
Hijos de las nubes, la última colonia

Mejor cortometraje de ficción
Aquel no era yo

Mejor cortometraje de animación
El vendedor de humo

Mejor cortometraje documental
A story for the Modlins


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14 de febrero de 2013

La comedia, el género olvidado

Nos acercamos a la fecha marcada en el calendario de cualquier cinéfilo: el 24 de febrero, día en el que se celebrará la 85º edición de los Premios Oscar. Y como cada año, surge una pregunta: ¿dónde están las comedias? En las entregas de premios no suele haber sitio para este tipo de películas, y eso que se dice que es más difícil hacer reír que hacer llorar. ¿Realmente el nivel de las comedias de hoy en día no llega al de los dramas o es una cuestión de prejuicios?

Es curioso que se vea a la comedia como un “género menor”, cuando el cine de Hollywood está asentado sobre nombres imprescindibles en este campo. Sólo hay que recordar a los grandes maestros del humor del cine mudo, entre los que destacaron Charles Chaplin, Buster Keaton o Harold Lloyd. Más tarde, la historia de la comedia se seguiría escribiendo con letra de oro, gracias a nombres como Ernst Lubitsch, los Hermanos Marx, George Cukor o Billy Wilder. Todos ellos demuestran que, a pesar de las apariencias, este no es un género que deba tomarse a la ligera. Chaplin conocía a la perfección los mecanismos para hacer reír al público, y defendía que la comedia debe ser próxima a la realidad, estar pegada a ella. Quizá esta cercanía a la vida es lo que hace que la infravaloremos; solemos pedir “algo más” a una película para hacerla digna de un premio cinematográfico. 

Este año, entre las nueve nominadas al Oscar de Mejor película sólo encontramos una comedia: El lado bueno de las cosas. A pesar de esto, el film ha conseguido colarse en todas las categorías principales: David O. Russell podría conseguir el galardón al Mejor director y al Mejor guión adaptado, mientras que sus protagonistas se encuentran presentes en todos los apartados interpretativos. Y aunque aparecer en las nominaciones ya es un gran paso, la cosa se complica aún más si hablamos de llevarse la estatuilla dorada: en los últimos 20 años sólo ha habido dos comedias que lo han conseguido: Shakespeare in love, en 1998, y la francesa The artist, en la pasada edición.

Para evitar esta marginación del género, el productor, director y guionista Judd Apatow propuso hace unos años que se creara una categoría especial en los Oscar para las comedias. Es decir, que sucediese algo semejante a lo que ocurre con los Globos de Oro, donde hay un premio de Mejor película dramática y otro de Mejor película de comedia o musical. Aunque a priori esto diera más visibilidad al género, también tenemos que recordar que, de todas formas, tras las entregas de los Globos de Oro es la ganadora a Mejor película dramática la que suele llevarse la mayor parte de los titulares.

La industria del cine estadounidense y sus correspondientes premios no es un caso aislado, sino que esta situación se repite constantemente. España no se escapa del patrón, a pesar de la gran tradición cómica de nuestro país. Tenemos que remontarnos al año 1998 para encontrar una comedia que se haya llevado el Goya a la Mejor Película (La niña de tus ojos, de Fernando Trueba).
Para finalizar, hacemos un repaso por algunas de las comedias que en su día consiguieron alzarse con el Oscar a Mejor película. ¿Conseguirá El lado bueno de las cosas sumarse a ellas?

El apartamento (Billy Wilder, 1960)
Una emocionada Audrey Hepburn entregaba el Oscar de Mejor película a su amigo Billy Wilder, quien subía por tercera vez al escenario esa noche, tras recibir anteriormente los premios a la Mejor dirección y al Mejor guión original. Aunque fue etiquetada como “comedia”, su protagonista, Jack Lemmon, confesaba que ni él ni el director entendían el porqué. Y es que aunque El apartamento tenga grandes momentos cómicos, como ver a Lemmon escurriendo la pasta con una raqueta de tenis, el film es un relato agridulce con una considerable carga dramática.

My fair lady (George Cukor, 1964)
El musical dirigido por Cukor consiguió hacerse con ocho premios Oscar. Curiosamente, lo más destacable de estas victorias es la ausencia de su actriz principal, Audrey Hepburn, que ni siquiera se encontraba nominada por su rol. Los rumores apuntaron que el motivo podría ser que Hepburn tuvo que ser doblada en las canciones por Marni Nixon. Su compañero de reparto, Rex Harrison, sí que se llevó el premio.

Annie Hall (Woody Allen, 1977)
Por el momento, la única película de Woody Allen reconocida con el máximo galardón y una obra clave a la hora de ver la evolución de la comedia en la historia del cine. Un peculiar análisis de las relaciones de pareja protagonizado por el propio Allen, en su conocido papel de neurótico, y Diane Keaton, quien recientemente había saltado a la fama por su trabajo en El padrino. Sus ingeniosos diálogos hacen que sea un film imprescindible, así como las escenas en las que Allen interrumpe la acción y se dirige directamente al espectador. 

Belle époque (Fernando Trueba, 1992)
El Oscar de Mejor película de habla no inglesa a Belle époque fue el segundo que consiguió una cinta de nacionalidad española, diez años después de que Volver a empezar, de José Luis Garci, lo ganase por primera vez. Más tarde les seguirían Todo sobre mi madre, de Pedro Almodóvar, y Mar adentro, de Alejandro Amenábar. Al recoger el premio, Fernando Trueba hizo un discurso que quedó para el recuerdo: “Me gustaría creer en Dios para agradecérselo, pero sólo creo en Billy Wilder, así que gracias, señor Wilder”.    

The artist (Michel Hazanavicius, 2011)
En pleno siglo xxi, ocurrió lo que nadie se hubiese podido imaginar: el Oscar a Mejor película iba a parar a manos de una producción francesa, en blanco y negro… ¡y muda! Con ecos de films clásicos como El crepúsculo de los dioses y Cantando bajo la lluvia, la arriesgada apuesta dio como fruto cinco Oscars, incluyendo los de su director, Michel Hazanavicius, y su protagonista, Jean Dujardin. Eso sí, para muchos el alma de la película era el simpático perro Uggie, que aunque no entró en las nominaciones, robaba el protagonismo a Dujardin cada vez que compartían escena.

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8 de febrero de 2013

'Mamá': Instinto maternal, instinto animal

En el año 2008, Andy Muschietti apenas necesitó tres minutos para presentarnos a través de su corto el inquietante universo de Mamá. Ahora el director nos trae el largometraje homónimo de la mano de Guillermo del Toro, en calidad de productor ejecutivo. El mexicano apadrina la ópera prima de Muschietti, como en su día hizo con El orfanato, de Juan Antonio Bayona. Un apoyo que, sin duda, da instantáneamente un buen empujón de popularidad, al mismo tiempo que genera una serie de expectativas que, afortunadamente, en este caso quedan cubiertas.

El corto sintetiza todas las claves estéticas que vamos a encontrar en la película, esta vez modelando una historia con toques de fantasía y marcada por las emociones humanas. El film logra mantener la tensión y la inquietud del espectador en todo momento, fundamentalmente gracias a la hábil dirección de Muschietti y a la música de Fernándo Velázquez, compositor nominado a los Goya de este año por su trabajo en Lo imposible. También hay que destacar la acertada dirección de actores, sobre todo en el caso de las niñas protagonistas, Megan Charpentier e Isabelle Nélisse, que pese a su corta edad dan toda una lección de interpretación y se ponen a la altura de su compañera de rodaje adulta, Jessica Chastain. En Mamá, la actriz californiana muestra una imagen radicalmente opuesta a la que nos muestra habitualmente, ya que aparece con el pelo corto, moreno y llena de tatuajes. Su papel en esta película nos vuelve a demostrar que nos encontramos ante una de las mejores y más versátiles actrices del panorama cinematográfico actual.

La originalidad, ese factor que a menudo cuesta encontrar en el cine de terror, la podemos encontrar en las relaciones que se trazan entre la gran protagonista, la monstruosa Mamá, y las niñas. La historia gira alrededor del amor maternal, reflejado a través de dos formas distintas: los instintos casi animales de amor y protección que desarrolla la criatura se enfrentan con los del personaje de Annabel (Jessica Chastain), creando un paralelismo entre lo sobrenatural y lo terrenal que da bastante juego a lo largo de toda la trama.

Sin embargo, la película no evita completamente la tentación de refugiarse en los lugares comunes del género para lograr su propósito de asustar al público. De la misma forma, no duda en forzar el desenlace para conseguir un clímax de eficacia y coherencia dudosa. Estos dos últimos puntos erosionan al film, que si bien es un buen y entretenido ejercicio de cine de género, se queda sin alcanzar todo su potencial y no llega a ser memorable. Aún así, satisfará con creces a todo aquel que busque pasar una tarde simplemente evadiéndose con el cine de terror y no decepcionará a quien busque una película de este estilo que vaya más allá de la típica cadena de sustos fáciles e inconexos. 

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10 de enero de 2013

Nominaciones a los Oscar 2013: todavía hay sitio para las sorpresas


Lincoln, de Steven Spielberg, encabeza las nominaciones a los Oscar 2013. El biopic del presidente estadounidense ha conseguido ser candidato en 12 categorías, lo que convierte a la película en la principal favorita. Gracias a ella, Daniel Day-Lewis podría conseguir el que sería su tercer Oscar, al igual que Sally Field. La vida de Pi es la segunda en la lista con 11 nominaciones. La fuerte presencia de estas dos películas era previsible, pero aún así, las nominaciones de esta edición vienen cargadas de sorpresas.

En la categoría reina, la de Mejor película, las 9 seleccionadas han sido Bestias del sur salvaje, El lado bueno de las cosas, La noche más oscura, Lincoln, Los miserables, La vida de Pi, Django desencadenado, Argo y Amor. Esta última también está nominada como Mejor película de habla no inglesa, lugar en el que, en contra de todo pronóstico, no se encuentra la francesa Intocable. Amor, la historia de Michael Haneke sobre el amor y la vejez, ha logrado hacerse paso entre las favoritas y colarse en varias categorías principales.

Otra de las sorpresas ha sido no encontrar a la cineasta Kathryn Bigelow, responsable de La noche más oscura, en el apartado de Mejor dirección, en el que tampoco se hallan ni Quentin Tarantino ni Tom Hooper, por Django desencadenado y Los miserables, respectivamente. Los que sí están son David O. Russell (El lado bueno de las cosas), Ang Lee (La vida de Pi), Benh Zeitlin (Bestias del sur salvaje), Steven Spielberg (Lincoln) y Michael Haneke (Amor).  
  
Javier Bardem finalmente no ha sido nominado por su papel en Skyfall, por lo que la presencia española en esta edición se reduce a Paco Delgado, responsable del vestuario de Los miserables. Por su parte, Lo imposible sólo ha conseguido hacerse un hueco a través de Naomi Watts, quien tendrá que competir con Emmanuelle Riva, Jessica Chastain, Jennifer Lawrence y Quvenzhané Wallis para alzarse con el galardón de Mejor actriz. Curiosamente, en esta categoría coinciden la nominada más veterana en toda la historia de los premios (Riva, con 85 años) y la más joven (Wallis, con sólo 9 años).

El lado bueno de las cosas ha hecho pleno en las candidaturas interpretativas: tanto la mencionada Jennifer Lawrence como Bradley Cooper, Robert De Niro y Jacki Weaver son finalistas en sus respectivas categorías. Y es también en estas categorías donde podemos encontrar las únicas nominaciones de The Master, la última película del director Paul Thomas Anderson. Joaquin Phoenix, Amy Adams y Philip Seymour Hoffman reciben así unas nominaciones que saben a poco, después de las buenas críticas que ha recibido el film. De hecho, la presencia de Phoenix en las quinielas se puso en duda después de que en octubre del año pasado hiciese unas ofensivas declaraciones sobre estos premios. 

Os dejamos con la lista de nominados de la que será la 85º edición de los Oscar. La ceremonia de entrega de los premios será el próximo 26 de febrero.

LISTA COMPLETA DE NOMINADOS A LOS OSCAR 2013

Mejor película
Bestias del sur salvaje
El lado bueno de las cosas
La noche más oscura (Zero Dark Thirty)
Lincoln
Los miserables
La vida de Pi
Amor
Django desencadenado
Argo

Mejor director
David O. Russell, El lado bueno de las cosas
Ang lee, La vida de Pi
Steven Spielberg, Lincoln
Michael Haneke, Amor
Benh Zeitlin, Bestias del sur salvaje

Mejor actriz protagonista
Naomi Watts, Lo imposible
Jessica Chastain, La noche más oscura (Zero Dark Thirty)
Jennifer Lawrence, El lado bueno de las cosas
Emmanuelle Riva, Amor
Quvenzhané Wallis, Bestias del sur salvaje

Mejor actor protagonista
Daniel Day-Lewis, Lincoln
Denzel Washington, El vuelo
Hugh Jackman, Los miserables
Bradley Cooper, El lado bueno de las cosas
Joaquin Phoenix, The Master

Mejor actriz de reparto
Sally Field, Lincoln
Anne Hathaway, Los miserables
Jacki Weaver, El lado bueno de las cosas
Helen Hunt, Las sesiones
Amy Adams, The Master

Mejor actor de reparto
Christoph Waltz, Django desencadenado
Philip Seymour Hoffman, The Master
Robert De Niro, El lado bueno de las cosas
Alan Arkin, Argo
Tomy Lee Jones, Lincoln

Mejor guión adaptado
Bestias del sur salvaje
Argo
Lincoln
El lado bueno de las cosas
La vida de Pi

Mejor guión original
El vuelo
La noche más oscura (Zero Dark Thirty)
Django desencadenado 
Amor
Moonrise Kingdom

Mejor canción original
“Before my time”, Chasing ice
“Pi’s lullaby”, La vida de Pi
“Suddenly”, Los miserables
“Everybody needs a best friend”, Ted
“Skyfall”, Skyfall

8 de enero de 2013

Blancanieves, Lo imposible, El artista y la modelo y Grupo 7 acaparan las nominaciones a los Goya

Blancanieves, Lo imposible, El artista y la modelo y Grupo 7 competirán por llevarse los premios a la Mejor película y Mejor director en la XXVII edición de los Premios Goya. La Academia de Cine no ha querido arriesgar y ha optado por repartir la mayoría de las nominaciones entre estas cuatro películas, dejando apenas hueco para films como Una pistola en cada mano, Invasor o Los niños salvajes. Pero lo más llamativo son las ausencias, entre las cuales podríamos nombrar la de Extraterrestre, Rec 3, El mundo es nuestro y Luces rojas.

Dos veteranas en estos premios, Maribel Verdú y Penélope Cruz, podrán conseguir otro Goya como Mejor actriz protagonista, por sus trabajos en Blancanieves y Volver a nacer, respectivamente. Junto a ellas están Aida Folch, por El artista y la modelo y Naomi Watts, por Lo imposible. Respecto a la categoría masculina, destaca José Sacristán, finalista por primera vez en toda su trayectoria, gracias a El muerto y ser feliz. Los otros nominados son Daniel Giménez-Cacho (Blancanieves), Jean Rochefort (El artista y la modelo) y Antonio de la Torre, nominado por partida doble, tanto en esta categoría, por Grupo 7, como en la de Mejor actor de reparto, por Invasor.

Paco León, con Carmina o revienta, su particular retrato familiar, ha conseguido hacerse un hueco en la candidatura de Mejor dirección novel, donde también están Isabel de Ocampo (Evelyn), Enrique Gato (Las aventuras de Tadeo Jones) y Oriol Paulo (El cuerpo). Además, su madre, Carmina Barrios, podría llevarse el premio a Mejor actriz revelación por su participación en la película. Este galardón es el que, curiosamente, se llevó el año pasado María León, ahora también nominada como actriz de reparto.

Las cuatro películas favoritas están nominadas en la sección de Mejor guión original. Llama la atención que incluso esté Blancanieves, a pesar de tener como base un cuento de los hermanos Grimm. Tengo ganas de ti, Fin, Invasor, Todo es silencio y Las aventuras de Tadeo Jones han sido las elegidas para optar por el premio al Mejor guión adaptado.

El cine francés es el gran protagonista en la categoría de Mejor película europea, ya que tres de las cuatro nominadas son de esta nacionalidad: En la casa, dirigida por François Ozon, De óxido y hueso, de Jacques Audiard e Intocable, de Eric Toledano y Olivier Nakache. La cuarta película en esta categoría es Shame, de Steve McQueen. Por otra parte, el premio de Mejor película Iberoamericana se lo disputarán 7 cajas (Paraguay), Después de Lucía (México), Infancia clandestina (Argentina) y Juan de los muertos (Cuba).

Os dejamos con la lista completa de nominados. El día 17 de febrero sabremos quiénes son los ganadores.

Mejor película
Blancanieves
El artista y la modelo
Grupo 7
Lo imposible

Mejor dirección
Juan Antonio Bayona, Lo imposible
Alberto Rodríguez, Grupo 7
Pablo Berger, Blancanieves
Fernando Trueba, El artista y la modelo

Mejor dirección novel
Isabel de Ocampo, Evelyn
Oriol Paulo, El cuerpo 
Paco León, Carmina o revienta
Enrique Gato, Las aventuras de Tadeo Jones

Mejor actor protagonista
Daniel Giménez-Cacho, Blancanieves
Antonio de la Torre, Grupo 7 
Jose Sacristán, El muerto y ser feliz
Jean Rochefort, El artista y la modelo

Mejor actriz protagonista
Maribel Verdú, Blancanieves
Naomi Watts, Lo imposible
Penélope Cruz, Volver a nacer
Aida Folch, El artista y la modelo

Mejor actor de reparto
Josep Maria Pou, Blancanieves
Julián Villagrán, Grupo 7 
Antonio de la Torre, Invasor
Ewan McGregor, Lo imposible

Mejor actriz de reparto
Ángela Molina, Blancanieves
María León, Carmina o revienta
Chus Lampreave, El artista y la modelo
Candela Peña, Una pistola en cada mano

Mejor actor revelación
Emilio Gavira Blancanieves
Álex Monner, Los niños salvajes
Joaquín Núñez, Grupo 7
Tom Holland, Lo imposible

Mejor actriz revelación
Macarena García, Blancanieves
Carmina Barrios, Carmina o revienta
Cati Solivellas, Los niños salvajes
Estefanía de los Santos, Grupo 7

Mejor guión original
Pablo Berger, Blancanieves
Sergio G. Sánchez, Lo imposible
Rafael Cobos López y Alberto Rodríguez Librero, Grupo 7
Fernando Trueba y Jean-Claude Carrière, El artista y la modelo 

Mejor guión adaptado
Jorge Guerricaechevarría y Sergio G. Sánchez, Fin
Javier Gullón y Jorge Arenillas, Invasor
Javier Barreira, Gorka Magallón, Ignacio del Moral, Jordi Gasull y Neil Landau, Las aventuras de Tadeo Jones
Ramón Salazar Hoogers, Tengo ganas de ti
Manuel Rivas, Todo es silencio


28 de diciembre de 2012

'Los miserables': Do you hear the people sing?

De manera inconsciente, muchas veces asociamos la palabra “musical” con un estereotipo muy concreto; con películas en las que los protagonistas desarrollan sus historias de forma ordinaria y entre las cuales se insertan números musicales estratégicamente posicionados. Películas con canciones alegres, que los personajes bailan siguiendo una perfecta coreografía. Ejemplo de ello son Grease, Mamma Mía o los trabajos que realizó la mítica pareja formada por Fred Astaire y Ginger Rogers. Considerado en ocasiones como un género “menor”, el musical comenzó a vivir una segunda juventud después del Moulin Rouge de Baz Luhrmann. Y ahora podemos decir que se ha llegado a una nueva etapa. Desprendiéndose de todo estereotipo posible, Los miserables hace que el musical alcance plenamente la madurez.

A Tom Hooper no le asustan los retos, o al menos, eso parece. El director ha sido el encargado de ponerse a la cabeza de la adaptación del musical basado en la novela de Víctor Hugo. Situarse detrás de las cámaras en Los miserables era enfrentarse cara a cara con toda una leyenda. Y aunque el desafío era difícil, Hooper y el resto del equipo han salido victoriosos. El resultado es un desgarrador retrato del París del siglo XIX. Una mirada hacia los invisibles, hacia las clases más bajas; sus protagonistas son ladrones, prostitutas, pícaros, fugitivos y estudiantes con aspiraciones revolucionarias que luchan contra un sistema aparentemente invencible. Y una vez más, Hooper ha conseguido dejar su huella en la película, al igual que lo hizo en El discurso del rey.

El arriesgado uso de las voces “en directo” ha dado sus frutos. Que los actores no hagan playback, sino que estén cantando al mismo tiempo que les graban, da verosimilitud a la historia y la aligera, dato muy importante, teniendo en cuenta que la película dura nada menos que dos horas y media. Otro aspecto trascendental es que prácticamente toda la película se construye a base de números musicales. Incluso los diálogos entre los personajes se realizan cantando; apenas encontramos frases que se escapen a esta norma. A priori puede resultar chocante para algunos espectadores, pero una vez comenzada la trama, las piezas van encajando con naturalidad y provocan la sensación de que no se podría haber hecho de otra manera.

El reparto es otro elemento que funciona a la perfección. Hugh Jackman realiza el mejor papel de su carrera como Jean Valjean. Durante las galas de los Tony y de los Oscar en las que ejerció de anfitrión ya nos demostró sus dotes para la canción, y ahora no defrauda en sus números musicales. Anne Hathaway brilla con su mera presencia, además de proporcionarnos uno de los momentos más emotivos de todo el film con su I dreamed a dream. Russell Crowe, a pesar de situarse en un nivel inferior, logra no desentonar con el resto de protagonistas, forjando un notable Javert, digno de los duelos vocales con Jackman. Una gran (y grata) sorpresa es Eddie Redmayne, al que habíamos visto en Mi semana con Marilyn y que aquí da vida a Marius, el amado de Cosette, una Amanda Seyfried que vuelve a seducirnos con su voz de carácter angelical. Por último, los breves pero oportunos momentos cómicos de la película vienen de la mano de los geniales Helena Bonham Carter y Sacha Baron Cohen, como el matrimonio Thénardier.  

Las canciones en ocasiones son presentadas mediante un montaje de vértigo, que intenta abarcar una gran cantidad de información en pocos minutos. Pero en la mayoría de los números musicales, especialmente aquellos interpretados por un único personaje, se ha optado por otro montaje mucho más discreto e íntimo, basado en primeros planos que nos ayudan a profundizar en las emociones de los protagonistas. Un gesto mediante el cual se refuerza la idea de que estamos ante un musical que, sobre todo, gira alrededor de sus personajes y sus dramas y conflictos internos, a pesar de estar marcado fuertemente por un hecho histórico, como es la rebelión parisina de junio de 1832.

Estos personajes se debaten entre la moral y la ley, entre los deseos y el deber. Se mueven en un mundo cruel, donde solo hay sitio para el desencanto, pero en el cual a veces surgen rayos de esperanza. La grandeza de Los miserables es que recoge a los más desgraciados y los enaltece, convirtiéndolos en auténticos héroes. Sin duda, Los miserables ha sabido situarse a la altura de la leyenda y entrar a formar parte de ella. 

Publicado en: www.puntoencuentrocomplutense.es