La película
se basa en el enfrentamiento de dos candidatos aspirantes a congresistas: Cam
Brady (Will Ferrell) y Marty Huggins (Zach Galifianakis), ambos caracterizados
de manera maniqueísta y sin desarrollo ninguno durante toda la película. Mientras
que Cam Brady es un hombre irresponsable, grosero y desvergonzado, Marty
Huggins es amable, naíf y el prototipo ideal del buen vecino. Durante su
confrontación, los gags se suceden
uno detrás de otro, lo que no quiere decir que funcionen y, como suele ser
habitual, los puntos humorísticos más fuertes aparecen revelados en el tráiler.
La mayoría de las bromas confían en el poder cómico del lenguaje malsonante y el
humor inteligente ni está ni se le espera.
Como
resultado tenemos una parodia política mediocre, que se pierde en una crítica
facilona de los lugares comunes del periodo electoral (como son los debates o las
codiciadas fotos de los políticos dando besos a los bebés). Hay una sombra de ataque
al sistema de financiación de las campañas, tema que sirve para que la trama
avance, pero se trata de una manera tan superficial y obvia que apenas tiene
fuerza.
Su tono
moralista y su habilidad para crear situaciones forzadas (especialmente al
final) tampoco ayudan a que esta sea una película memorable. Está claro que las
comedias de este estilo siempre se hacen un hueco entre un sector bastante
amplio del público. Sin embargo, viendo las interesantes propuestas que tenemos
estas semanas en la cartelera, resulta muy complicado pensar que, en algún caso, En campaña todo vale puede ser la opción
más atractiva para visitar los cines esta semana.
Publicado en www.puntoencuentrocomplutense.es