31 de octubre de 2011

'Bad teacher': Olvidando al profesor Keating

Algo tiene el cine, que cuando toca a la profesión de maestro la convierte en una labor mágica e inspiradora. Invadidos por una bondad que se presenta como natural, los profesores aparecen como guías de conducta y referentes para sus alumnos, quienes la mayoría de las veces necesitan desesperadamente una figura que les enseñe a dar sus primeros pasos en la vida adulta.

Con mayor o menor acierto, la gran pantalla nos ha ido presentando a esos profesores que a todos nos hubiese gustado tener, y que traspasan el temario de los libros para enseñar sobre los secretos de la vida. El profesor John Keating de "El club de los poetas muertos"; François Bégaudeau en "La clase"; Erin Gruwell en "Diarios de la calle"; Katherine Ann Watson en "La sonrisa de Mona Lisa"; Rainer Wenger en "La ola", aunque su proyecto educativo se le fuera un poco de las manos.

Estos son sólo algunos de los personajes de una lista que suma y sigue. Maestros cuyas clases encierran una moraleja que una vez descubierta se enlaza mágicamente con los problemas de los estudiantes, dándoles la posibilidad de resolver sus conflictos y ser felices. Y luego... está ella.


"Bad teacher", de Jake Kasdan, le da la vuelta a la tortilla a todo esto, y se convierte en un producto que simpatiza con los problemas del sistema educativo, transformando al personaje principal (Elizabeth Halsey, es decir, Cameron Diaz) en una heroína moderna, aunque carezca de las virtudes y dones que se le suele atribuir a un educador. Y no es sólo eso: la película exalta valores como la pereza, el pasotismo, la antipatía, la venganza y la mentira.


No todas las películas tienen que ser correctas moralmente, por supuesto. Ni todos los personajes tienen que actuar bien, ni hace falta dar una moraleja final para ilustrar al espectador de las bondades del camino correcto. Si así fuera, películas como "Ocean's Eleven" (Steven Soderbergh, 2001) o incluso "Lost in translation" (Sofía Coppola, 2001) se irían a pique sólo por su contenido moral. El problema en "Bad teacher" es que se jacta de sus ideas deshonestas, poniéndolas en un nivel superior al que se merecen.


En la película apenas hay evolución de los personajes, y si lo hay, ésta es a peor. Los tres objetivos claros de la protagonista, Elizabeth Halsey, son los siguientes: conseguir un marido que la mantenga, realizarse un aumento de pecho y ganar mucho dinero. Esto es lo que "Bad teacher" muestra, ni más ni menos: el recorrido que hace esta profesora para lograr estos propósitos. Además de todo el componente moral que no lleva a ninguna parte, el largometraje ni siquiera consigue su meta: hacer reír. Una serie de chistes zafios, ridículos, de mal gusto y hasta algo machistas nos acompañan desde el principio hasta el final.


Acompañando a una Cameron Díaz que, eso sí, borda su papel, encontramos a otros personajes secundarios que hacen lo que pueden. En primer lugar, Justin Timberlake, que se convierte en la antítesis del personaje al que interpretó en "La red social" (David Fincher, 2010). También vemos más brevemente a Jason Segel (Marhsall en la serie "Cómo conocí a vuestra madre). Y por último, a Lucy Punch, actriz que se quedó fuera del póster promocional de la película por no ser tan famosa como sus compañeros de reparto. La falta de un personaje que tenga unos valores diferentes a los de la protagonista o que no sea ridiculizado por ello refuerza la tesis de que los actos de la profesora Halsey, en definitiva, no están tan mal. ¿Alguien dijo "Carpe Diem"?